Alemania: la crisis amenaza con la desindustrialización

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BERLÍN.— Las centrales eléctricas y fábricas dependían en gran medida del gas de Rusia. Cómo el suministro se ha visto afectado, la nación germana entró en una espiral de incertidumbre por una posible desindustrialización.

La noticia dada a conocer por la compañía Gazprom sobre la suspensión temporal de operaciones del gasoducto Nord Stream 1, que pasa por Alemania y que distribuye combustible por Europa central, encendió las alarmas nuevamente en el país europeo ante el alza de los precios del mercado energético.

«La inflación energética es mucho más dramática aquí que en otros lugares. Temo una desindustrialización gradual de la economía alemana«, advirtió Ralf Stoffels, director de BIW Isolierstoffe GmbH, una compañía dedicada a fabricar piezas de silicona para las industrias automotriz, aeroespacial y de electrodomésticos, según declaraciones recogidas por el diario español El Economista.

Los precios de producción, que constituyen un indicador adelantado de la inflación, que se incrementaron 37,2% en este año, la mayor alza desde 1949, según reconoció el propio Gobierno alemán.

 «Los suministros de gas significativamente más bajos de Rusia, los aumentos persistentes de los precios de la energía y; cada vez más, de otros bienes, así como las interrupciones de la cadena de suministro más largas de lo esperado, también en relación con la política china de ‘cero contagios’, están pesando mucho en el desarrollo de la economía», aseguró la Oficina Federal de Estadística del país germano.

Asimismo, la percepción entre la ciudadanía también es negativa. El Centro para la Investigación Económica Europea reveló su famoso indicador ZEW, que mide la confianza en la economía y los mercados,  y la conclusión es desalentadora: los alemanes no confían en el progreso económico de su nación. De hecho, la percepción de confianza económica cayó a -55,3, su peor nivel desde 2008, cuando la crisis financiera mundial golpeó a todo el mundo.

«Los expertos del mercado financiero esperan una nueva caída en el ya débil crecimiento económico de Alemania. Las tasas de inflación todavía altas y los costos adicionales esperados para calefacción y energía conducen a una disminución en las expectativas de ganancias para el sector de consumo privado», asegura el Centro Leibniz.

En junio pasado, la inflación alemana llegó a 7,9%, su nivel más alto desde hace 49 años. «La tasa de inflación alcanzó un máximo histórico por tercer mes consecutivo desde la reunificación alemana», dijo entonces Georg Thiel, presidente de Destatis, atribuyendo el problema al alza de precios de los energéticos y los alimentos raíz del conflicto en Ucrania.

«Una tasa de inflación similarmente alta se registró por última vez en el antiguo territorio de la República Federal en el invierno de 1973 y 1974, cuando los precios del petróleo aumentaron considerablemente como consecuencia de la primera crisis del petróleo», agregó el funcionario alemán.