PEKÍN.— Los líderes chinos, incluido el presidente Xi Jinping, reconocieron el jueves que su economía enfrenta «nuevos desafíos» y se comprometieron a abordar la crisis del sector inmobiliario para impulsar el crecimiento. Las declaraciones, publicadas por la agencia oficial Xinhua, se realizaron durante una reunión del Buró Político, la principal entidad del Partido Comunista de China.
Analistas e inversores consideran que es necesario ampliar el apoyo gubernamental para qué la segunda economía mundial logre su objetivo de crecimiento cercano al 5% en 2024. Según Xinhua, en la reunión se destacó que los fundamentos de la economía permanecen sólidos, con «un mercado amplio y gran potencial», aunque se admitió la aparición de «nuevas complicaciones» en el desempeño económico actual. El informe, sin embargo, no detalla cuáles son estos problemas.
China atraviesa una profunda crisis en su vasto sector inmobiliario, a lo que se suman la baja confianza de consumidores y empresas, afectando el consumo, además de las tensiones geopolíticas con Estados Unidos y la Unión Europea. En septiembre, China tomó la decisión de aumentar gradualmente la edad de jubilación a partir del próximo año, por primera vez en décadas.
Esta reunión sigue a una semana de anuncios de medidas económicas de estímulo, las más significativas en años, incluyendo reducciones en las tasas de interés y facilidades para los préstamos hipotecarios.
Los líderes chinos subrayaron la importancia de enfrentar los problemas con una visión «integral, objetiva y serena», además de reforzar la confianza en la economía. Asimismo, afirmaron que el país se esforzará por cumplir con los objetivos económicos anuales establecidos.
No obstante, muchos economistas creen que un crecimiento del 5% es demasiado optimista considerando la situación actual. Aunque este porcentaje sería excelente para un país occidental, está por debajo de las tasas de crecimiento que China alcanzó en décadas anteriores, las cuales la llevaron a consolidarse como una potencia económica global. China presentará en octubre las cifras de crecimiento del tercer trimestre.
Durante la reunión, los líderes también pidieron «mejorar la eficiencia» de la política económica y seguir reduciendo las tasas de interés. Además, abogaron por ajustar las restricciones en la compra de viviendas, reducir las tasas hipotecarias y desarrollar un nuevo modelo en el sector inmobiliario. Por otro lado, China está considerando la inyección de 142.000 millones de dólares en sus bancos estatales para estimular la economía, una medida similar a la adoptada tras la crisis financiera de 2008, según informó Bloomberg.
