MANAGUA.- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) advirtió esta semana de una nueva “ola de represión” en Nicaragua y elevó a 325 la cifra de muertos dese el inicio de las protestas en abril.
La comisión, órgano autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), ha observado “un incremento de los actos de violencia y represión” en las últimas semanas con el objetivo de “disuadir las manifestaciones” en Nicaragua indicó el ente en un comunicado.
Asimismo, la CIDH expresó su “preocupación” por la “persistencia del uso de la detención como forma de represión de la protesta social” contra Ortega, cuyo Gobierno declaró el pasado 28 de septiembre ilegales las manifestaciones que no cuenten con el permiso de las autoridades, privando a la población del libre derecho a la protesta pacífica.
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, estallaron hace seis meses por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que exige la renuncia, después de once años al mando, del presidente y su esposa por abuso de poder y corrupción.
La CIDH ha jugado un papel fundamental en la crisis a través del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni), que se encuentra en ese país y ha podido documentar la muerte de 325 personas, de las que 24 son menores y 21 son policías, según los datos dados a conocer este jueves.
Por otra parte, el Ejecutivo solo ha reconocido 199 muertos y más de 200 presos, a los que califica de “terroristas” y “golpistas”.
Sin embargo, otros organismos humanitarios afirman que hay 512 víctimas mortales y 459 “presos políticos”.