BUDAPEST.- El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) obligó a Hungría a alimentar a los solicitantes de asilo que se encuentran en los centros de detención ubicados en su frontera con Serbia, a pesar de que sus peticiones hayan sido rechazadas.
La decisión se tomó luego de que organizaciones de defensa de los DD.HH denunciaran que las autoridades húngaras negaban la comida en dos centros de detención de la frontera, mientras las personas esperan que sus situaciones se regularicen. Actitud que definieron como como un trato «inhumano».
El pasado 17 de agosto fue el Comité de Helsinki quien acudió al TEDH para que interviniera en dicha situación, por lo que el tribunal respondió que Hungría está obligado a hacerse cargo.
El Gobierno húngaro descartó que las acusaciones sean ciertas y emitió un comunicado donde explicó que: «Las leyes húngaras son claras y determinan que todos los inmigrantes que permanecen en las zonas de tránsito con el estatus de solicitante de asilo reciben provisiones, que suponen para el Estado un gasto de 2.200 euros al año por persona».
Viktor Orban, quien lidera el país, es reacio a los inmigrates. Incluso el mes pasado aprobó una ley que criminaliza la entrega de ayuda a los inmigrantes ilegales.