Empresarios se reacomodan ante nuevo escenario político

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BUENOS AIRES.- Luego de ganar las PASO Alberto Fernández se consolidó en las elecciones generales y asumirá el poder de la Argentina el próximo 10 de diciembre.

Inversores, observadores y mercados siguen detenidamente la transición de gobiernos en ese país sudamericano. Este miércoles la Bolsa de Comercio de Buenos Aires subió y encadenó tres jornadas consecutivas al alza.

El economista Gustavo Ber atribuye las subidas generalizadas a la expectativa del mercado de un trato “más amigable de la deuda” que tiene la Argentina después de la conversación del pasado martes entre Alberto Fernández y la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.

Fernández se comprometió con la dirigente del Fondo a presentar un plan de negocios de pago para que su país pueda cumplir los plazos sin realizar más ajustes.

Al parecer esta charla fue bien recibida en Wall Street, especialmente para las acciones de bancos y energéticas, lo que Ber atribuye a que dichas acciones se están mostrando más sensibles a cualquier noticia relacionada con la deuda Argentina

En el ámbito empresarial, esta semana una delegación de empresarios del sector industrial anunció su intención de reunirse con el futuro ministro de Trabajo, Claudio Moroni, para anticiparle su oposición a la decisión de Alberto Fernández de iniciar su gestión con un aumento general de salarios que incluya los haberes jubilatorios y planes sociales, algo que aseguran “muchas empresas no podrán hacer” tras estar en crisis.

En cuanto a esto, el presidente electo habría vetado el regreso de las figuras que pertenecen al peronismo y que han tenido procesos penales en el pasado reciente por sobornos en las Cámaras Empresarias.

El caso que más se podría destacas es la Cámara Argentina de la Construcción, entidad que se vio seriamente golpeada en la “causa de los cuadernos”, con decenas de confesiones de contratistas sobre corrupción y y cohecho.

La institución en 2018 excluyó a los empresarios procesados de sus órganos directivos, adoptando estrictas medidas sobre las normas de compliance.

De acuerdo con las versiones de algunos constructores, para las elecciones este año, un grupo en cabeza de Hugo Dragononetti, las empresas Decavial y Esuco de Wagner, además de el empresario Marconi, dueño de Supercemento, pretende alzarse con la conducción de la Institución.

Dragonetti actualmente está procesado, dos veces, con sendas confesiones y prisión preventiva, Carlos Wagner es ex presidente de la Cámara de Construcción y organizador confeso del denominado cartel de la obra pública argentina y Marconi está encausado en la causa por Odebrecht y en la de los cuadernos.

Asimismo, integran el grupo algunas empresas de la provincia de Buenos Aires, Sacde, empresa que supo pertenecera Angelo Calcaterra, primo de Mauricio Macri , hoy adquiridas por el empresario Marcelo Mindlin.

En principio esta alianza buscaría imponer la figura de Dragonettí como vicepresidente o presidente de la Cámara, para vía este proceso desplazar al actual presidente del organismo Crivelli.

Dragonetti y su grupo aseguran que su cercanía intima con Alberto Fernández, Sergio Massa y la futura vicepresidenta Cristina Fernández, les permitiría conseguir las medidas necesarias para reactivar la construcción. Pero sobre todo,  que han recibido indicaciones de Massa en el sentido de tomar el control de la cámara de Construcción, lo que les da apoyo a su estrategia.

Esta movida política confirmaría que en el proceso de limpieza de la Cámara habría durado muy poco y que nuevamente el gobierno peronista desea controlar ese organismo, cono en tiempos de Wagner.

Coherente con la idea de renovación de elencos el futuro gabinete, en el cual no se quieren figuras del pasado, Alberto Fernández, habría vetado a Dragonetti y cualquier procesado enfatizando que la futura Administración no desea autoridades con sentido partidario y que generen suspicacias sobre la honestidad del nuevo Gobierno.