CARACAS.- La estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) aseguró que garantizará el suministro de gasolina en el país, donde se registra una escasez de combustible que ha provocado largas filas de vehículos en las estaciones de servicio de varios estados y pueden extenderse hasta por más de un día.
El ministro de Petróleo y presidente de PDVSA, Manuel Quevedo, dijo durante el fin de semana que las sanciones “unilaterales” de Estados Unidos han afectado considerablemente las operaciones de la compañía e indicó que el gobierno hace un “esfuerzo” para garantizar el consumo de gasolina interno.
En Venezuela, desde hace más de cinco años que se viene importando gasolina. Sin embargo, se cumple más de una semana con la crisis de distribución que se ha extendido por el territorio bolivariano. Hay ciudades en las que desde hace ya varios años su población es sometida a largas colas para poder surtir los vehículos. El estado de Táchira y Amazonas son dos de los más afectados y los dos son fronterizos.
Los usuarios han denunciado que quienes quieren acceder al combustible para sus vehículos deben soportar más de seis horas y en algunos lugares hasta 72 horas de fila. La crisis es de tal magnitud que instituciones educativas de todos los niveles decidieron suspender las clases por la imposibilidad de los estudiantes y educadores de llegar a clases.
La emergencia humanitaria, cada vez más compleja, que padece Venezuela se agrava con las crisis de la gasolina. Además de su efecto negativo en el sector educativo, afecta otras actividades que empeoran la calidad de vida de las familias. Se incrementó el caos en el transporte público. Asimismo, médicos, enfermeras y personal administrativo han indicado las dificultades que tienen para trasladarse a los centros de salud.
También, los productores de alimentos afirman que la distribución de alimentos está siendo afectada al verse imposibilitados de sacar las cosechas para llevárselas a los centros de acopio.
De igual manera, los camiones que destruyen gas doméstico circulan durante menos horas, agravando la ya difícil situación que se vivía con familias que no logran acceder durante días, incluso meses, a las bombas de gas.