TEL AVIV.— El primer ministro israelí, Naftali Bennett, alertó este miércoles de una posible “ola de violencia”, antes del entierro de dos de las cinco personas muertas en un ataque armado en el centro de Israel.
El asesinato de cuatro civiles y un policía en Bnei Brak, una ciudad ultrarreligiosa cerca de Tel Aviv, fue el tercer ataque mortal en Israel en una semana.
Bennett, quien encabeza la coalición gobernante, afirmó que el “país enfrenta una ola de terrorismo árabe asesino”.
Tras una reunión con los principales responsables de seguridad del país para revisar la situación, el jefe de gobierno dijo que Israel estaba enfrentando un “período desafiante”.
Agregó que en Israel “ha habido olas de terror como ésta a lo largo de la historia”, pero, “no nos rompieron entonces, y no lo harán ahora”.
Por la noche, este miércoles, Bennett habló con el presidente Joe Biden, quien le aseguro que su país está “firme junto a Israel”.
“Diaa Armashah, de 27 años, un palestino de la Yabad, llegó a la calle Jabotinsky en Bnei Brak armado con un fusil de asalto M-16”, informó la policía israelí en un comunicado.
Siguiendo a una calle cercana, abrió fuego a dos ucranianos de 32 y 33 años y luego mató a dos israelíes antes de ser confrontado por la policía, y uno de los oficiales falleció en el tiroteo.
La policía indicó que se mantiene en alerta máxima y que enviará unidades adicionales a Cisjordania y sus alrededores.