WASHINGTON.— Menos estadounidenses solicitaron prestaciones por desempleo la semana pasada, a medida que el mercado laboral avanza a pesar del repunte inflacionario.
Las solicitudes de asistencia del Gobierno por desempleo para la semana que finalizó el 3 de septiembre cayeron a 222.000, informó este jueves el Departamento de Trabajo. Las solicitudes hechas por primera vez generalmente reflejan despidos.
El promedio de solicitudes durante cuatro semanas, que suaviza algunos de los altibajos semanales, disminuyó en 7.500 a 233.000.
El número de estadounidenses que cobran los beneficios tradicionales por desempleo aumentó en 36.000 la semana que finalizó el 27 de agosto, a 1,47 millones.
La contratación en Estados Unidos en 2022 ha sido notablemente fuerte incluso a pesar de que el país enfrenta crecientes tasas de interés y un crecimiento económico débil.
El viernes, el Departamento de Trabajo informó que los empleadores norteamericanos agregaron 315.000 puestos de trabajo en agosto, más o menos lo que esperaban los economistas, por debajo de un promedio de 487.000 por mes durante el año pasado.
La tasa de desempleo alcanzó un 3,7%, su nivel más alto desde febrero, pero aumentó por una buena razón: cientos de miles de personas regresaron al mercado laboral y algunas no encontraron trabajo de inmediato, lo que impulsó la cuenta del gobierno de personas desempleadas.
La economía de Estados Unidos muestra un comportamiento desconcertante. El crecimiento económico cayó en la primera mitad de 2022, lo que, según algunas definiciones informales, indicaría una recesión, pero las empresas siguen desesperadas por encontrar trabajadores y publicaron más de 11 millones de puestos vacantes en julio, lo que significa que hay casi dos puestos vacantes, en promedio, por cada estadounidense desempleado.