VARSOVIA.- El Gobierno de Polonia decidió no imponer penas de cárcel a las personas que digan que el país fue cómplice del régimen nazi, una ley que tienen en vigor y fue criticada por Israel y Estados Unidos.
«Renunciamos a las provisiones penales», dijo Michal Dworczyk, primer ministro, quién pidió al Parlamento que eliminara dicha norma. El gobierno justificó su decisión y dijo que ya existen otras herramientas para proteger el buen nombre de Polonia, por ende el Parlamento tratará el artículo junto a otras medidas en referencia al tema y tendrá la decisión final.
Esta reforma llegó en un momento clave: la Unión Europea sigue de cerca a Polonia porque, según sostiene el bloque, el gobierno amenaza la independencia judicial y recorta libertades.
«Aquellos que dicen que Polonia puede ser responsable de los crímenes cometidos durante la II Guerra Mundial merecen pena de prisión», dijo Morawiecki. Y aseguró que a pesar del cambio, seguirán «luchando por dar a conocer la verdad» sobre el Holocausto.