TOKIO.- Irán acusó a Estados Unidos de instigar una escalada «inaceptable» de las tensiones cuando Washington prometió continuar una campaña de «máxima presión» sobre la República Islámica.
Hablando en Tokio el jueves, el ministro de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif, afirmó que Teherán no sostendría conversaciones con Washington, pero agregó que actuará con cautela luego del reciente despliegue de equipos militares estadounidenses en la región del Golfo.
«Creemos que la escalada de Estados Unidos es inaceptable y fuera de lugar», aseguró a los periodistas en Tokio, donde se reunirá con funcionarios japoneses. «Ejercemos la máxima moderación a pesar del hecho de que Estados Unidos se retiró del acuerdo nuclear en mayo pasado», agregó, refiriéndose al histórico tratado celebrado en 2015 entre la República Islámica y varias potencias mundiales.
El año pasado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se retiró unilateralmente del acuerdo, destinado a frenar el programa nuclear de Irán a cambio de un alivio de sanciones, e impuso medidas punitivas.
Desde entonces, la administración Trump ha incrementado constantemente la presión sobre Teherán: incluir en la lista negra al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán como un «grupo terrorista», para reducir las exportaciones de petróleo iraní a cero y enviar un portaaviones estadounidense y bombarderos B-52 al Golfo en respuesta a una amenaza no especificada.
El miércoles, en la última escalada, Estados Unidos anunció que retiraría a todo el personal «no esencial» de Irak, que es vecino de Irán, y citó «amenazas creíbles y posiblemente inminentes» no reveladas.
Los movimientos se han sumado a los crecientes temores de que los rivales de larga data podrían generar un conflicto regional, a pesar de que ambas partes enfatizan públicamente que no tienen deseos de guerra.
En medio de las tensiones actuales, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, declaró el jueves que Washington continuará su campaña de «máxima presión» sobre Irán, y agregó que a Estados Unidos le gustaría ver un «cambio de comportamiento» en el liderazgo de la República Islámica.
Sanders también se negó a responder a los informes que sugieren que la Casa Blanca se ha contactado con funcionarios suizos para intentar establecer un canal de comunicaciones con Teherán. Suiza representa diplomáticamente a Estados Unidos en Irán, donde el país norteamericano no tiene embajada.
En cambio, Sanders que Trump estaba listo para responder a cualquier muestra de agresión por parte de Irán, y agregó: «Si toman medidas, no les gustará lo que él haga en respuesta».
Irán también ha afirmado su derecho a defenderse, y el jueves Zarif describió la campaña de presión de Estados Unidos como un «acto de suicidio».
Trump, por su parte, confirmó a los periodistas en la Casa Blanca el jueves, antes de mantener conversaciones con el presidente suizo, Ueli Maure, que esperaba que Estados Unidos no se dirigiera al conflicto con Irán. Cuando se le preguntó si Washington iba a la guerra con Teherán, Trump respondió: «Espero que no».