CARACAS.— EEUU evalúa una nueva fase operativa contra Venezuela en medio de un despliegue militar sin precedentes en el Caribe.
Fuentes oficiales estadounidenses aseguran que Washington está listo para activar una nueva fase de operaciones contra Venezuela, incluida la posibilidad de impulsar el derrocamiento de Nicolás Maduro. La decisión final, según medios norteamericanos, depende directamente del presidente Donald Trump.
Las filtraciones a agencias internacionales apuntan a un aumento sustancial de la presión militar, diplomática y de inteligencia sobre Caracas. Todo ocurre en un contexto de tensión creciente en el Caribe, donde Estados Unidos mantiene un despliegue que combina operaciones antidroga, presencia naval reforzada y acciones que Venezuela califica como “hostiles”.
Reuters adelantó que funcionarios estadounidenses aseguran que el país está listo para lanzar una nueva etapa operativa en cuestión de días. Esa fase incluiría operaciones encubiertas, algunas de ellas orientadas a desestabilizar o incluso derrocar al Gobierno venezolano.
Aunque no hay un calendario definido, medios como The New York Times afirman que Trump ya habría autorizado a la CIA a poner en marcha planes clandestinos que podrían funcionar como antesala de una intervención más directa.
Pese a ello, las fuentes enfatizan que el mandatario todavía no tomó una decisión final sobre el alcance de la operación.
El componente militar creció de forma visible en los últimos meses. En agosto, Estados Unidos desplegó tres buques y 4.000 soldados en aguas del Caribe con el argumento de reforzar la lucha contra el narcotráfico. Desde el 2 de septiembre, Washington reportó 22 acciones contra embarcaciones presuntamente vinculadas al tráfico de drogas, con un saldo de más de 83 fallecidos, operaciones que Caracas denuncia como “actos armados y letales” que violan el derecho internacional.
El cuadro se tensó aún más con la llegada del portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande del mundo, cuya presencia reactivó las advertencias del Gobierno venezolano sobre una posible agresión.
La ofensiva estadounidense recibió críticas de varios gobiernos latinoamericanos y organismos multilaterales, que insisten en que América Latina y el Caribe deben preservarse como una “Zona de Paz”.
El Gobierno de Maduro, por su parte, denunció que enfrenta una campaña de presión internacional y ordenó a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) activar una fase superior del Plan Independencia 200, un despliegue interno destinado a reforzar la defensa y la seguridad territorial.
De acuerdo con filtraciones citadas por Reuters y The New York Times, la confrontación podría escalar en los próximos días. Aunque todavía no está definido el alcance real de las operaciones, la infraestructura militar ya se encuentra lista en la región y el clima político en Washington sugiere que cualquier movimiento dependerá exclusivamente de la decisión de Trump.

