WASHINGTON.— “A Biden le importa más la frontera de Ucrania”. Así lo refleja el ‘Washington Post’ en un análisis que examina las dificultades del Gobierno demócrata para controlar la inmigración irregular, y argumenta cómo esto se conecta con la disminución del apoyo entre los estadounidenses para continuar brindando ayuda financiera a Ucrania.
En el artículo titulado «Las implicaciones de la crisis migratoria de Biden en Ucrania», el medio estadounidense plantea que el presidente norteamericano, al permitir que durante su mandato se desencadenara la peor crisis fronteriza en la historia de Estados Unidos, ha afectado a Ucrania, un país que afirma respaldar.
Esto se debe a que críticos legítimos argumentan que ha asignado más recursos financieros y esfuerzos a este conflicto externo que a la resolución de los flujos migratorios que amenazan la estabilidad y seguridad de su nación.
La situación ha alcanzado tal gravedad que incluso miembros del partido demócrata están expresando críticas hacia Biden, incluida la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, quien ha declarado: «Queremos establecer límites sobre quién puede cruzar la frontera. En este momento está demasiado abierta. Personas de todo el mundo están encontrando su camino y afirmando simplemente que necesitan asilo«.
El fracaso en la política migratoria de Joe Biden ha obligado a la Casa Blanca a reevaluar y reducir su respaldo económico y político a Kiev. Este tema se ha convertido en un lastre electoral para la Administración, que está enfocada en asegurar la reelección en las elecciones presidenciales de 2024, según señala el ‘Washington Post’.
Es importante recordar que el Partido Republicano, incluido el expresidente y actual favorito para la nominación en 2024, Donald Trump, ha criticado fuertemente a Biden por mantener la continuidad en el envío de fondos a Kiev en lugar de presionar a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, para negociar con Rusia o destinar esos fondos a abordar problemas internos, como la crisis del fentanilo o la creciente migración ilegal en la frontera con México.
«A medida que la situación en la frontera se sale de control, el apoyo del Partido Republicano hacia Ucrania disminuye. La semana pasada, 117 republicanos de la Cámara de Representantes votaron en contra de un proyecto de ley para brindar ayuda adicional a Ucrania, más de la mitad de la conferencia republicana», subrayó la publicación periodística.
«Esto incluye a 51 personas que cambiaron su voto con respecto a julio, cuando dos tercios de los republicanos de la Cámara votaron en contra de la enmienda del representante Matt Gaetz, que prohíbe la asistencia de seguridad a Ucrania. Además, la semana pasada, los republicanos en el Senado se negaron a incluir la financiación de Ucrania en la resolución continua para mantener abierto el gobierno», destaca el análisis del ‘Washington Post’.
El endurecimiento repentino de la política migratoria por parte de la Administración Biden, que implica la expansión de una valla de 32 kilómetros en el sur de Texas, en la frontera con México, y la reanudación de las expulsiones de migrantes venezolanos, forma parte de una nueva estrategia enfocada en las próximas elecciones.
Biden busca convencer a los votantes en un momento en que su popularidad se encuentra en mínimos históricos y el apoyo de la ciudadanía para continuar enviando fondos estadounidenses a Kiev está en sus niveles más bajos desde el inicio del conflicto.
La Administración busca demostrar que se preocupa no solo por los asuntos internacionales, como la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y su complejo militar e industrial, sino también por cuestiones internas cruciales.
