WASHINGTON.- El mandatario de Texas, Greg Abbott, negó cualquier conexión entre las boyas que fueron instaladas en el Río Bravo bajo su orden y el fallecimiento de las dos personas cuyos cuerpos fueron recientemente encontrados en la región.
El gobernador republicano dispuso en julio la colocación de boyas de tono naranja en una extensión aproximada de 300 metros a lo largo del Río Bravo, en el área entre Texas y Piedras Negras, al norte de México. Esta área es utilizada por migrantes irregulares como una vía para entrar a los Estados Unidos. El río constituye la frontera natural en esta sección entre ambas naciones.
A principios de agosto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de México comunicó el descubrimiento de dos cuerpos en la localidad. Uno de ellos estaba atrapado «en la parte sur de las boyas», mientras que el segundo fue localizado a cinco kilómetros río abajo del primer cadáver.
En una declaración en la plataforma X, anteriormente conocida como Twitter, Abbott aclaró: «Las boyas instaladas por Texas no fueron responsables de los fallecimientos por ahogamiento». Adicionalmente, se han erigido barreras de alambre de púas a lo largo de la frontera para impedir el ingreso de migrantes.
El gobernador, un contundente crítico de las políticas migratorias del presidente demócrata Joe Biden, respondió a un artículo divulgado por el Dallas Morning News que sugiere que las autoridades de Texas estaban conscientes de que la instalación de boyas o barreras de alambre violaba las leyes federales y los tratados fronterizos con México.
Abbott afirmó: «Lo que este informe omite es que notifiqué a Biden hace casi un año sobre la autoridad constitucional de Texas para proteger la frontera». El gobernador culpa al presidente de la crisis migratoria que afecta al país.
Desde el lado mexicano, miles de migrantes, mayormente de origen latinoamericano, esperan en fila para intentar ingresar a los Estados Unidos y presentar solicitudes de asilo. Para llevar a cabo este proceso, deben primero programar una cita a través de una aplicación creada por el Gobierno.
No obstante, la llegada de migrantes a México continúa. Informes de prensa indican que algunos intentan cruzar el río, quedan atrapados en las boyas y requieren ser rescatados.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha presentado una demanda civil para detener los intentos del gobierno de Texas de añadir más barreras y eliminar las ya existentes.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha calificado esta situación como una «provocación» que infringe la soberanía del país, al tiempo que su gobierno expresa preocupación por el potencial impacto en los derechos humanos de los migrantes como resultado de estas políticas implementadas por Texas.