Activista ruso Navalny “desenmascaró” a quienes lo envenenaron

0
135

BERLÍN.-  Alexéi Navalny burló a un agente ruso que habría admitido que ocho agentes de los servicios de seguridad rusos (FSB) cometieron el atentado en su contra.

“El video de (esta) conversación telefónica es una falsificación”, indicó el FSB en un comunicado, citado por agencias de prensa rusas, además de “una provocación planificada” con ayuda extranjera. 

“La sustitución del número de un abonado es un método bien conocido de los servios extranjeros, excluyendo la posibilidad de identificar a los verdaderos participantes de (esta) conversación” por teléfono que había participado en su intento de envenenamiento este verano en Siberia. 

En una entrada de su blog, en la que Navalny publicó la conversación, el activista ruso explica que consiguió camuflar su número de teléfono y presentarte ante el agente, Konstantin Kudriavtsev, como un asistente del secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolai Patruchev, alguien considerado cercano al presidente Vladímir Putin. 

Navalny, que se recupera en Alemania tras un ataque que lo llevó al borde la muerte, logró hacer creer a Kudriavtsev, al que presenta como un experto en armas químicas del FSB, que necesita su ayuda para elaborar un informe sobre ese intento de asesinato. 

Según la transcripción de la supuesta llamada, el agente duda inicialmente y luego acaba conversando durante 45 minutos con quien creía que era un alto cargo ruso. El agente asegura que Navalny escapó de la muerte gracias a la decisión del piloto de aterrizar de urgencia, y la rápida reacción de los médicos que lo acogieron cuando abandonó el avión. 

El opositor ruso se empezó a sentir mal cuando volaba desde la ciudad de Tomsk hacía Moscú, el pasado 20 de agosto. Cuando se sintió mal a bordo del avión, el comandante de vuelos decidió aterrizar de emergencias en Omsk para que fuera atendido médicamente. 

En varias ocasiones a lo largo de la conversación, el supuesto agente dice que no puede dar más detalles por teléfono, pero después afirma que el veneno se colocó en la ropa interior de Navalny.

Por su parte, el Kremlin niega reiteradamente que el opositor haya sido envenenado en Tomsk, y afirma que la sustancia tóxica detectada por laboratorios occidentales no estaba presente en su organismo cuando fue tratado en Rusia.