CIUDAD DE PANAMÁ.— Durante el último fin de semana, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, realizó una visita a la región del golfo del Urabá en Colombia, punto de partida para miles de migrantes irregulares que inician su travesía por la peligrosa selva del Darién hacia Centroamérica.
En esta zona, se ha registrado una cifra histórica de más de 400,000 personas que han cruzado en busca de mejores condiciones de vida.
«Es de suma importancia para nosotros y para mi delegación estar aquí y establecer conexiones directas con las ONG y los residentes que se ven afectados, así como interactuar con los migrantes y solicitantes de asilo», afirmó Adams en la ciudad de Necoclí.
En este lugar, cientos de personas esperan su turno para abordar embarcaciones que los llevarán al otro lado del Urabá y dar inicio a su travesía por la selva.
Luego de realizar un sobrevuelo sobre las localidades de Acandí, Capurganá y Sapzurro, al otro lado del golfo, Adams recorrió las calles de Necoclí, donde pudo constatar que «las personas están durmiendo en las calles, esperando el transporte para embarcarse en un viaje horrible y altamente peligroso a través del Darién».
El alcalde subrayó que esta problemática es de alcance internacional, pero también tiene un impacto regional, y la única manera de abordarla es a través de una colaboración activa entre todas las partes involucradas. Asimismo, consideró fundamental proporcionar información precisa que desmienta las «falsas esperanzas y promesas» que tienen los migrantes al llegar a Estados Unidos, brindando una visión realista de la situación en las calles de Nueva York.
«Hacer que las personas, especialmente los niños, pasen por esta situación no es correcto. Necesitamos un análisis auténtico y es esencial que todos nos unamos para encontrar soluciones a un problema que está afectando a esta región como nunca antes», enfatizó Adams. Subrayó que su rol no es indicarle a ningún país cómo hacer su trabajo, sino buscar soluciones humanas en colaboración conjunta.
Por otro lado, el embajador colombiano en Estados Unidos, Luis Gilberto Murillo, quien acompañó el recorrido junto al director de la Policía, William René Salamanca, destacó la importancia de esta visita para discutir los desafíos compartidos. También resaltó los esfuerzos de Colombia para abordar de manera comprometida la migración irregular, recordando que el país acoge a casi tres millones de personas venezolanas, a las que se les ha otorgado una inédita regularización para acceder a atención médica, educación, vivienda, oportunidades laborales y beneficios sociales.
El embajador hizo hincapié en que los esfuerzos de Colombia han aliviado la presión en los sistemas sociales de Estados Unidos y otros países del hemisferio. No obstante, instó a redoblar esfuerzos para abordar las causas fundamentales de la situación en el Darién.