KABUL.- Sami-ul-Haq, de 80 años, murió apuñalado en su cama el viernes, dijo su hijo Hamidullah al canal local de noticias de televisión ARY.
«Estaba descansando en su habitación. Había estado enfermo, y era un paciente del corazón», expresó Hamidullah. «Su guardia había dejado la habitación por 15 minutos, cuando regresó encontró su cuerpo cubierto de sangre en la cama».
Saeed-ur-Rehman Sarwar, un líder del partido político de Haq, JUI-S, también confirmó el asesinato. «Maulana Sami-ul-Haq ha sido asesinado», dijo desde afuera del hospital del gobierno, donde fue llevado su cuerpo.
Haq era conocido como el «padre de los talibanes». Dirigió la lucha ideológica que condujo a la formación de la fuerza mujahideen, que primero luchó contra la invasión soviética de Afganistán, y luego se transformó en el grupo Talibán afgano.
El líder también apoyó abiertamente a los talibanes afganos en su lucha contra el gobierno y las fuerzas de la OTAN lideradas por Estados Unidos en el vecino noroeste de Pakistán.
Fue senador, habiendo servido en la cámara alta del parlamento de Pakistán por varios mandatos en los años 80 y 90, y nuevamente desde 2003 hasta 2009.
El primer ministro Imran Khan, actualmente en China por una visita de Estado, emitió una declaración condenando el ataque a Haq. «Con el martirio de Maulana Sami-ul-Haq, el país ha perdido a un importante líder religioso y político», dijo el viernes.