WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, minimizó la afluencia de migrantes en la frontera sur del país, al asegurar que esto “pasa todos los años”.
“Hay un aumento significativo del número de personas que llegan a la frontera en los meses de invierno”, ya que los migrantes “pueden viajar con menor probabilidad de morir en el camino debido al calor del desierto”, agregó en conferencia de prensa.
La oposición estadounidense acusa al presidente de haber alentado la ola migratoria, que se compone de varios menores no acompañados, a ingresar a Estados Unidos, al relajar la política migratoria de su antecesor Donald Trump.
El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, sostuvo al respecto que “la crisis de la frontera, no es sólo algo estacional”.
“La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) está registrando la mayor alza de las detenciones en los últimos años y los menores no acompañados se están acumulando en centros cerrados”, añadió.
En ese sentido, Biden consideró que se trata de un “trabajo duro” y aseguró haber elegido a la “persona cualificada para ejecutarlo”. Su vicepresidenta Kamala Harris.
El mandatario encargó a su segunda al mando hacerse cargo de la crisis humanitaria que desarrolla en la frontera con México.
Desde la llegada de Joe Biden la presidencia se ha registrado un notable incremento en la llegada de inmigrantes indocumentados, particularmente de menores no acompañados, que están siendo recluidos en centros de detención para inmigrantes.
Desde enero, el Ejecutivo actual revirtió la política de Trump de devolver en la frontera a los menores no acompañados y, en lugar de ello, optó por procesar su ingreso y buscarles un lugar con familias que los patrocinen en el país.