WASHINGTON.- Anthony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, advirtió este lunes en su primer intervención en la Conferencia de Desarme de Ginebra, sobre los “provocativos y peligrosos” programas de desarrollo de armamento en China, al tiempo que le pidió al gigante asiático una mayor transparencia en ese tema.
El jefe de la diplomacia estadounidense también exhortó a China y a Rusia a que se involucren más en el desarrollo de normas para el “comportamiento responsable en el espacio exterior” y sugirió que gobiernos como el de Moscú dejen de conducir peligrosas pruebas de armamento antisatélites.
“Debemos reducir las tensiones en el espacio, no empeoraría”, advirtió Blinken, quien afirmó que Washington ha demostrado ya en los primeros meses de presidencia de Joe Biden su disposición a debatir con Moscú sistemas de control de armamento y otras aspectos sobre seguridad.
.@SecBlinken «Working w/ our allies & partners, the United States will also demand greater transparency regarding China’s provocative & dangerous weapons development programs, & continue efforts aimed at reducing dangers posed by their nuclear arsenal.» https://t.co/8OBG1NDYND
— Jacob Stokes (@jacobstokes) February 22, 2021
Respecto a Irán, Blinken denunció su “comportamiento desestabilizador en la región”, aunque aseguró que Washington sigue comprometido a usar principalmente la diplomacia, para garantizar que ese país no disponga de armamento nuclear.
“Si irán vuelve a cumplir estrictamente el PAIC (acuerdo nuclear de 2015) estamos dispuestos a hacer lo mismo”, destacó el diplomático, quien también remarcó que Estados Unidos seguirá centrado en lograr la descnuclearización de Corea del Norte, trabajando junto a sus aliados y socios para abordar el desarrollo ilegal de armas de destrucción masiva y programas balísticos.
En materia de armas químicas, Blinken se dirigió directamente a Rusia, denunciado su apoyo al régimen sirio en el desarrollo de este tipo de armas, que ha usado contra su propia población, mientras que Moscú lo ha empleado para intentar desaparecer a sus críticos, como el reciente caso del activista Alexéi Navalny.