BRASILIA.- La Fundación Oswaldo Cruz de Río de Janeiro recibió el primer cargamento para poder producir de forma autónoma las vacunas contra el COVID-19 de AstraZeneca y la Universidad de Oxford.
En un comunicado, la Fiocruz confirmó que recibió “dos bancos, uno de células y otro de virus, para la producción del Ingrediente Farmacéutico Activo (IFA) nacional de la vacuna”.
Los dos componentes llegaron a Río de Janeiro (sureste), procedentes de Estados Unidos en nitrógeno líquido, mantenidos en temperaturas de -150 grados centígrados (el banco de células) y a casi -80 grados los virus.
Hasta ahora, la Fiocruz recibía cargamentos de IFA de esta misma vacuna procedentes de China, y realizaba la última parte de la producción del antídoto en territorio brasileño; el contrato con esta modalidad prevé la entrega de 100,4 millones de dosis.
Este proceso se vio alterado en varias ocasiones por los retrasos en las llegadas de los insumos, pero a partir de ahora, con la transferencia de tecnología, la Fiocruz podrá producir las vacunas de AstraZeneca desde cero.
Asimismo, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) confirmó que el viernes 4 de junio decidirá sobre la importación de las vacunas contra el COVID-19 Covaxin y Sputnik V.
La vacuna Covaxin, desarrollada por el laboratorio indio Bharat Biontech; y la Sputnik V, del Instituto Gamaleya de Rusia, ya fueron rechazadas previamente por la agencia brasileña, que consideró que faltaban datos sobre la producción y seguridad de los inmunizantes.
Según la Anvisa, en las últimas semanas se presentaron nuevos documentos que permiten un nuevo análisis de las peticiones de uso de las vacunas, que en caso de que sean autorizadas podrán formar parte del Plan Nacional de Inmunización del Ministerio de Salud.
La vacuna rusa Sputnik V ya empezó a ser fabricada en Brasil por el laboratorio Uniao Química, pero dado que no tiene luz verde para su uso en el país los primeros lotes se destinarán a la exportación a naciones vecinas.