BRASILIA.— Bares y restaurantes en el estado más grande de Brasil temen una caída de hasta el 30% en su actividad tras una ola de intoxicaciones por metanol que sacude a la industria de bebidas alcohólicas.
La Federación de Hoteles, Restaurantes y Bares del Estado de São Paulo (Fhoresp) estimó que, en la última semana, algunos locales sufrieron pérdidas de hasta 50% en los ingresos por la venta de bebidas destiladas —como vodka, whisky y gin—, según un comunicado difundido el domingo. El desplome se produce en medio de decenas de casos de intoxicación por consumo de alcohol adulterado reportados en varios estados brasileños.
“La demanda por bebidas destiladas está mucho más baja que lo normal; en nuestro bar las ventas de esos productos cayeron un 70%”, dijo Valderi da Silva, uno de los dueños del Amarelinho das Batidas, en el barrio de Itaim Bibi. “Incluso la venta de cerveza bajó porque casi no hay público, así que las ventas generales se vieron afectadas. Cuando golpea al negocio, golpea todo.”
En el Feirinha Bar, en Vila Olímpia, el encargado Victor Bertolazzi notó menos movimiento durante el fin de semana y dijo que varios clientes optaron por cerveza en lugar de bebidas fuertes.
El impacto se sintió especialmente los fines de semana, a medida que crecían los casos, explicó Enio Miranda, director de planificación estratégica y gobernanza corporativa de Fhoresp.
El Ministerio de Salud confirmó hasta la noche del domingo 225 casos sospechosos de intoxicación, 192 de ellos en São Paulo. Dentro del estado, 14 fueron confirmados y 178 están bajo investigación. Hasta el momento, 15 personas han muerto, dos de ellas en São Paulo y 13 aún en investigación.
“Hasta que tengamos total claridad sobre la magnitud de estos crímenes, la población debe abstenerse de consumir bebidas destiladas”, advirtió el ministro de Salud, Alexandre Padilha, en una entrevista con CNN Brasil. “Nuestra recomendación es evitar los destilados, especialmente si no se tiene absoluta certeza sobre el origen de la bebida.”
El sábado, el gobierno federal comenzó a distribuir etanol farmacéutico, el antídoto utilizado para tratar intoxicaciones por metanol, a los estados que lo solicitaron. Padilha también anunció la adquisición de 12.000 nuevas dosis de etanol farmacéutico y 2.500 unidades de fomepizol para reforzar el stock del sistema público de salud.
En São Paulo, el gobierno estatal lleva adelante inspecciones en bares y licorerías para incautar botellas falsificadas. Desde el 29 de septiembre se han confiscado más de 7.000 botellas sospechosas, y 11 establecimientos fueron cerrados provisionalmente mientras se analizan las muestras por posible contaminación con metanol.
El gobernador Tarcísio de Freitas ordenó la cancelación del registro estatal de los locales comprobados como responsables de vender bebidas adulteradas.
“La industria está unida y en contacto con el gobierno de São Paulo para aportar información que permita actuar con firmeza contra los responsables”, señaló Miranda, de Fhoresp.
Y añadió: “Es importante recordar que los bares, restaurantes, hoteles y los propios consumidores son víctimas de este proceso de falsificación, y que es el gobierno quien debe combatirlo.”

