PEKÍN.- Los ciudadanos de Hong Kong marcharon durante este domingo en una protesta masiva, tras la cual la jefa del Ejecutivo se disculpó por la forma en que manejó una ley de que generó temores de que Pekín incremente su control sobre la excolonia británica.
Casi dos millones de los siete que tiene la ciudad, salieron a protestar de acuerdo a los cálculos de los organizadores. La Policía contó 338 mil personas en la ruta de la marcha durante su “momento más álgido”.
Carrie Lam, de 62 años, fue elegida en 2017 como jefa del poder ejecutivo de Hong Kong, pero su carrera comenzó apenas se graduó de un colegio católico. Entonces consiguió un puesto en el gobierno local que la llevó a ser secretaria de Desarrollo y después secretaria jefa de la Administración de la ciudad. Su camino ascendente siempre estuvo basado en la fe.
Sin embargo, las protestas de los últimos días lograron debilitarla. Lam tuvo que suspender el controvertido proyecto de extradición y, además, pedir disculpas. “Pido perdón por haber provocado conflictos y disputas”, dijo. Sin embargo, su petición fue insuficiente. La marea humana que protesta ahora pide su renuncia.
“Personalmente creo que ya no puede gobernar Hong Kong; ha perdido la opinión pública”, afirmó Dave Wong, un manifestante de 38 años.
Este lunes, nuevamente, miles de manifestantes marcharon hacia la sede del Ejecutivo local de Hong Kong exigiendo la dimisión de la jefa del Gobierno, así como la retirada definitiva del proyecto de ley de extradición.
Algunos analistas consideran que las manifestaciones y la presión sobre Las continuarán porque se alineó con China. Hong Kong es una de las dos zonas administrativas especiales de China, que está por debajo del poder central, pero goza del más alto grado de autonomía. Lam parece haberlo ignorado.