MAUI.—La indignación crece entre los habitantes de una localidad en el archipiélago de Hawái, Estados Unidos, que fue arrasada por un incendio forestal devastador, resultando en un trágico saldo de al menos 93 fallecidos, convirtiéndolo en el incendio más letal registrado en el país en los últimos 100 años.
El fuego causó estragos al impactar o destruir más de 2.200 estructuras en la pintoresca localidad costera de Lahaina, ubicada en el oeste de Maui. Según la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), las estimaciones de pérdidas ascienden a unos 5.500 millones de dólares.
Las críticas hacia la respuesta de las autoridades han ido en aumento, dado que los residentes expresan su malestar por la falta de advertencias anticipadas acerca de la inminente llegada del fuego, lo que dejó a muchas personas atrapadas en esta zona turística.
La fiscal general de Hawái, Anne Lopez, anunció la realización de «una evaluación exhaustiva de las decisiones críticas tomadas y de las políticas en vigor».
Lahaina, una localidad con más de 12.000 habitantes que en su pasado fungió como la capital del Reino de Hawái, ha quedado en un estado de ruina. Las tiendas, hoteles, viviendas y restaurantes han sido reducidos a cenizas, con la excepción de una majestuosa higuera que ha permanecido en el corazón de la comunidad durante 150 años. Aunque sobrevivió al fuego, sus hojas se perdieron y sus extensas ramas quedaron chamuscadas y cubiertas de hollín.
El condado de Maui informó el sábado por la noche un total de 93 fallecidos, cifra que ha aumentado desde el balance anterior de 89 muertes. El gobernador, Josh Green, había anticipado que el número oficial de fallecidos seguiría aumentando.
Este incendio se erige como el más mortífero en Estados Unidos desde 1918, cuando un total de 453 personas perdieron la vida en Minnesota y Wisconsin, según datos proporcionados por la Asociación Nacional de Protección contra Incendios, un grupo de investigación sin fines de lucro.

