GINEBRA.- Las Naciones Unidas informaron que alrededor de 100 civiles mueren o resultan heridos cada semana en Yemen, y que los niños representan una quinta parte de todas las víctimas.
Según las cifras publicadas por la agencia de refugiados del organismo mundial el jueves, se registraron más de 4.800 muertes y lesiones de civiles en el transcurso de 2018. Los niños representaron 410 muertes y 542 heridos, reportó ACNUR.
Basándose en datos de fuente abierta para sus hallazgos, la agencia notó que casi la mitad de todas las víctimas, el 48 por ciento, se registraron en la ciudad occidental de Hudaida, cuyo puerto estratégico ha sido escenario de furiosos combates entre los rebeldes hutíes y la coalición saudí-emiratí que apoya al gobierno de Yemen.
Las cifras de la ONU también mostraron que un 30 por ciento de los civiles murieron o resultaron heridos dentro de sus hogares, y los no combatientes también fueron atacados cuando viajaban por carreteras, trabajaban en granjas y en otros sitios civiles.
«El informe ilustra el asombroso costo humano del conflicto«, dijo Volker Turk, el alto comisionado asistente para los refugiados de ACNUR. «Los civiles en Yemen continúan enfrentando serios riesgos para su seguridad, bienestar y derechos básicos. Expuestos a la violencia cotidiana, muchos viven bajo un temor constante y sufren condiciones de deterioro», agregó.
A pesar de la ferocidad del conflicto, una cifra de 10.000 ha sido citada frecuentemente por periodistas y agencias de ayuda para describir el número de muertes de civiles en el conflicto. Ese número se basa en cifras publicadas por la ONU en agosto de 2016.
Sin embargo, según el Proyecto de Datos de Ubicación y Eventos de Conflicto Armado (ACLED), al menos 60.223 personas murieron desde enero de 2016, nueve meses después de que Arabia Saudita lanzó una campaña aérea masiva en apoyo de las fuerzas que combaten a los hutíes.
La cifra no incluye las muertes causadas por enfermedades o desnutrición, y organizaciones benéficas como Save the Children calculan que 85.000 niños pueden haber muerto de hambre.
La lucha y el consiguiente colapso económico también desataron la crisis humanitaria más urgente del mundo, con 14 millones de los 29 millones de habitantes del país empobrecido al borde de la inanición.
El costo de los alimentos ha aumentado en un promedio del 68 por ciento desde 2015, según la ONU, mientras que el precio de los productos básicos como la gasolina, el diesel y el gas para cocinar aumentó en al menos un 25 por ciento en el último año.