CARACAS.- En la recta final para las elecciones del 6 de diciembre, el oficialismo llama a acudir masivamente a las urnas para asegurar el control de único órgano opositor.
Una misión que se asoma sencilla, dado que los principales grupos detractores han desconocido la convocatoria a los comicios, a los que califican de “farsa”.
Venezuela se acerca así a a un nuevo proceso electoral marcado por la euforia del oficialismo y el no reconocimiento de la oposición, que decidió no presentarse a las elecciones.
El domingo 6 de diciembre, un total de 20.710.421 venezolanos están llamados a votar para definir a la mayor cantidad de legisladores de la historia entre un número récord de postulantes.
En un total, unos 14.400 aspirantes buscan quedarse con los 277 escaños que quedarán vacantes, 100 más que en los últimos comicios parlamentarios. Son 107 los partidos políticos que postularon candidatos, de las cuales solo 36 son organizaciones nacionales y el resto pertenecen a formaciones con representación local, zonal o regional.
A la nueva Asamblea Nacional también regresarán los representantes indígenas, cinco años después de que una orden judicial ordenara la expulsión de sus parlamentarios.
Aún así, son unas elecciones altamente cuestionadas, a las que una gran parte de la población respondería con apatía. Según la encuestadora Datanálisis, la participación sería cercana al 30%, similar a la de 2005, cuando la oposición mayoritaria tampoco participó.
No obstante, indiferente al boicot opositor y a los cuestionamientos internacionales, el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ha encarado una campaña intensa para llamar a sus simpatizantes a las urnas.
Este lunes 30 de noviembre, en un acto multitudinario en el sureño estado e Bolívar, con escaso cumplimiento de las medidas de prevención frente al COVID-19, el vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, arengó a “salir a votar con mucha disciplina” para conseguir una “venganza popular” contra una oposición que, según él, “le hizo daño al país”.
Con una victoria que parece segura para el chavismo, el llamado de Cabello y los líderes oficialistas parecen apuntar más a lograr que la participación sea lo más alta posible. Para el referente chavista, la oposición saldrá derrotada, tanto “la que llama a no votar, porque el pueblo va a salir a votar”, como “la que está participando porque ellos no se prepararon, porque ellos también apostaron al golpe de Estado”.
Por su parte, Juan Guaidó, líder de la oposición, convocó a una consulta no vinculante, que se realizará de forma presencial el 12 de diciembre y preguntará a los ciudadanos si apoyan o rechazan las elecciones legislativas del próximo domingo.
El fraude lo rechazamos: Unidos y Movilizados
-El 6D que se queden solos
-Movilizamos la mayoría el 12D
-Protestamos por la catástrofe generada por la Dictadura
-Aumentó de presión internacional
-Elevamos bandera de lucha: Gobierno Emergencia Nacional/Elecciones libres pic.twitter.com/tUXKGZFBkz
— Juan Guaidó (@jguaido) November 29, 2020
Con la iniciativa Guaidó busca medir el respaldo a su figura, pero también carece de la transparencia y garantías necesarias. Además, de acuerdo con Datanálisis, la consulta tampoco atraería demasiado a los votantes y la participación se estima en un 39%.