SANTIAGO.- Las autoridades de Chile expulsaron este domingo a 55 venezolanos que residían en la ciudad de Iquique, norte chileno, en el marco de un nuevo proceso de deportaciones que inició el gobierno chileno, muy criticadas por organizaciones de ayuda al migrante.
La Policía de Investigaciones (PDI) trasladó a los venezolanos en al menos cinco buses hasta el aeropuerto de la ciudad de Iquique vistiendo overoles blancos con capucha, mascarillas y esposados para evitar contagios por COVID-19.
“Este es el primero de los vuelos contratados por la Subsecretaría del Interior y de la Dirección de Extranjería y Migraciones para materializar expulsiones ya sean judiciales o administrativas. En este caso son 55 ciudadanos extranjeros”, explicó el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli.
Cuarenta fueron deportados por haber ingresado a Chile por pasos prohibidos y los otros 15 por delitos como tráficos de migrantes, tráfico de drogas y robo, explicó el funcionario.
Con este nuevo proceso de expulsiones, el gobierno pretende deportar a unos 1.500 extranjeros durante este año y para ello alquiló 15 aviones comerciales que realizarán 15 vuelos.
Según datos del Ministerio del Interior, en lo que va del año, Chile ya expulsó a 200 migrantes en aviones de la Fuerza Aérea, operativos que continuarán paralelamente al proceso de deportación iniciado este domingo.