PEKÍN.— China se prepara para abordar el importante atraso de pagos pendientes que los gobiernos locales deben al sector privado, según personas familiarizadas con el asunto, una suma de pasivos que algunos estiman en más de 1 billón de dólares.
El gobierno está considerando pedir a prestamistas estatales y bancos de política, incluido el China Development Bank, que otorguen créditos a las autoridades locales para que puedan saldar los pagos atrasados, dijeron las fuentes, que pidieron no ser identificadas porque el tema es privado.
La cifra en discusión cubriría al menos 1 billón de yuanes (140.000 millones de dólares) de deuda con empresas privadas en la primera fase de una iniciativa de mayor alcance, señaló una de las personas. Los funcionarios buscan completar la tarea hacia 2027, añadieron.
El presidente Xi Jinping advirtió en un discurso de febrero —publicado el mes pasado— que los pagos demorados del gobierno a las empresas ponen en riesgo la confianza de la población en las autoridades. Subrayando la importancia que Pekín otorga al tema, el máximo líder chino afirmó que las facturas impagas podrían “paralizar” a las compañías afectadas del ya golpeado sector privado y dañar a la “sociedad en general”.
Si bien la asistencia propuesta ofrecería alivio a los contratistas del sector privado, trasladaría más riesgo a los bancos estatales, que ya enfrentan un aumento de pérdidas crediticias.
La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, la Administración Nacional de Regulación Financiera y el China Development Bank no respondieron a solicitudes de comentarios.
Se estima que las entidades vinculadas a los gobiernos locales en China deben unos 10 billones de yuanes (1,4 billones de dólares) a empresas y funcionarios, el equivalente al 7% del PIB del país en 2023, según cálculos del economista David Li Daokui.
Caitong Securities Co. señaló en un informe la semana pasada que China podría asignar alrededor de 200.000 millones de yuanes en bonos especiales este año para cancelar pagos atrasados a empresas, basándose en proyecciones de bonos especiales de reserva de tierras y de construcción de proyectos.
En los últimos meses, las autoridades instruyeron a los principales bancos del país a brindar apoyo a la iniciativa, incluido pedirles que otorguen préstamos de liquidez de corto plazo a gobiernos regionales para cancelar facturas pendientes vinculadas a sus entidades afiliadas, dijeron las fuentes. Aunque dichas deudas no suelen estar directamente en los balances de los gobiernos locales, estos son responsables del repago porque respaldan a las entidades deudoras.
La política podría requerir mayor respaldo de los reguladores, ya que los banqueros están preocupados por los riesgos potenciales y necesitan alguna forma de garantía de que no serán responsabilizados si los adelantos se deterioran, dijo una de las personas.
Los bancos chinos enfrentan dificultades de rentabilidad tras haber sido reclutados en los últimos años para apuntalar la economía con préstamos baratos, lo que llevó sus márgenes a mínimos históricos. Al mismo tiempo, sus balances están presionados por el creciente volumen de préstamos incobrables. En la primera mitad de este año, los cinco mayores bancos comerciales reservaron provisiones por pérdidas crediticias por 3,51 billones de yuanes, un alza de casi 6% frente al cierre del año pasado.