Comienza a llegar la ayuda humanitaria a Mozambique

0
160

BEIRA.- La ayuda humanitaria está empezando a llegar al país africano tras el impacto del brutal ciclón, especialmente a las zonas afectadas por el brote de cólera que aumentó el número de contagios durante el fin de semana a 271.

Más de 500 personas han muerto en Mozambique debido al ciclón Idai, que impactó a Beira hace más de dos semanas, afirmaron las autoridades. Otras 250 personas murieron en los vecinos Zimbabue y Malaui.

China ha enviado médicos para ayudar contra el brote de cólera en Beira, una ciudad portuaria de unos 500.000 habitantes. El personal chino roció desinfectante en varias partes de la ciudad este domingo.

El Instituto Nacional de Gestión de Desastres (INGC) sumó hoy 17 nuevas víctimas mortales por la catástrofe en Mozambique, el país de la región más afectado por el ciclón, respecto a los 501 divulgados durante el fin de semana.

Además, son ya 843.000 personas afectadas en las provincias mozambiqueñas centras de Sofala, Manica, Zambézia y Tete, según el instituto dependiente del Gobierno de Mozambique.

Naciones Unidas calcula que hay más de un millón y medio de afectados en toda la zona y señala que es especialmente preocupante la situación de colectivos vulnerables, como las decenas de miles de mujeres embarazadas.

Idai tocó tierra cerca de Beira el 14 de marzo y al día siguiente se movió hace Zimbabue, si bien, antes de llegar a Mozambique, ya había azotado a Malaui como tormenta tropical.

Tras más de dos semanas de su paso, el cólera, enfermedad bacteriana propiciada por aguas estancadas y no potables, se ha disparado este fin de semana en Beira y localidades aledañas, dejando ya 517 casos de personas hospitalizadas.

Se espera que este lunes arriben a la zona 800.000 dosis de vacunas contra el cólera para inmunizar a los principales grupos de riesgo.

Si bien la situación está mejorando y llega cada vez más comida y ayuda humanitaria, todavía quedan numerosas comunidades a las que es imposible acceder por lo pantanoso del terreno que no permite que aterricen helicópteros.