LA HABANA.- El próximo mes de abril, a sus 89 años, se jubilará Raúl Castro al dejar el máximo poder en Cuba, durante el Congreso del Partido Comunista, el primero que se realizará después de la muerte de su hermano Fidel en 2016.
Los hermanos Castro llevaron desde 1959 las riendas en Cuba, que ahora se abre a una nueva era con otros hombres en el poder.
La próxima gestión tiene pendiente «la tarea de construirse su legitimidad, que solo podrá emanar de un proyecto político propio, que traiga prosperidad económica con justicia social para Cuba”, cita la AFP a Michael Shifter, presidente del centro de análisis Diálogo Interamericano, con sede en Washington.
Se prevé que estos hombres y mujeres, liderados por el actual mandatario Miguel Díaz-Canel, de 60 años, lleguen durante el próximo congreso del PCC (único), entre el 16 y 19 de abril, a la dirección máxima del partido, centro del poder de Cuba.
La Isla seguirá siendo socialista, pero para los especialistas la legalidad constitucional limitará la preeminencia de la ideología y puede permitir una apertura política.
En 2019 se aprobó una nueva Constitución que defiende el carácter “irreversible” del socialismo en ese país. “Es “hija de su tiempo y refleja la diversidad de la sociedad”, mencionó entonces Raúl Castro, quien tras ceder la presidencia a Díaz-Canel en 2018, ahora dejará la dirección del PCC.
A diferencia de la anterior Carta Magna, aprobada por unanimidad en 1976, la nueva Constitución recibió la aprobación del 78,3% del sufragio popular, y un 22% rechazó o se abstuvo, un alto nivel en el contexto cubano.
No obstante, en los últimos meses, artistas, intelectuales y otras personales influyentes de la sociedad civil han comenzado a exigir derechos y libertades en el país.
Ante los reclamos, se espera que la nueva Administración impulse una reforma política del Estado “para gestionar con efectividad las tensiones que se manifiestan en la sociedad”, sostiene Shifter al contemplar que l menos en teoría la Constitución permite desconcertar el poder del presidente.
Eñ 27 de noviembre se registró una inédita protesta pacífica de 300 artistas frente al ministerio de Cultura, exigiendo libertad de expresión.
Mientras que hace unas semanas fue aprobado un decreto para el bienestar familiar, lo que fue considerado como la primera victoria de la sociedad civil no partidaria del oficialismo.
La rápida propagación de internet en los últimos tres años han permitido a muchos cubanos expresar su malestar con el Gobierno.
Por su parte, el PCC, anuncio que “enfrentará la subversión político-ideológica” en redes sociales.
Otro de los factores claves para la nueva gestión de Cuba será la relación que mantenga con Estados Unidos, que para algunos expertos determinará en gran medida lo que sucede con la isla.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, había adelantado en su campaña que podría eliminar las sanciones impuestas por su antecesor, Donald Trump, y retomar una política más diplomática hacía la Isla, teniendo como única exigencia el respeto a los derechos humanos. Sin embargo, Cuba no ha sido, por ahora, una prioridad.