TEXAS.— «Un grupo importante de migrantes» vulneró el jueves una cerca de alambre de púas en la frontera, desbordó el control militar e ingresó a Estados Unidos desde México, en un episodio más de una crisis migratoria que alimenta las tensiones políticas en el país.
La mañana de jueves, un grupo de migrantes hizo a un lado parte de una barricada de alambre de concertina que la Guardia Nacional de Texas tiene instalada entre el Río Grande -límite natural entre Texas y México- y el muro fronterizo en la cuidad de El Paso, sur de los Estados Unidos, según detallaron las autoridades migratorias.
De acuerdo con un comunicado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), a partir de las 15H00 (21H00 GMT) la situación ya estaba «bajo control».
En un video capturado por un fotorreportero para el diario New York Post, se observa como un grupo de migrantes jalonea y aparta el cerco de púas mientras se amontonan frente a algunos militares que trataron de contenerlos y que finalmente fueron superados. Tras vulnerar ese primer cerco, los migrantes corrieron hasta llegar al muro de altas paredes de metal, que permanecía cerrado.
Según detalló la policía de fronteras, estos migrantes fueron transportados a un centro de procesamiento, donde se les aplicará el Título 8, que bien permite acogerlos en el país mientras se tramita su pedido de asilo o su deportación si no cumplen con los requisitos.
La patrulla fronteriza dijo que priorizó el procesamiento y transporte de grupos familiares y niños. En el video, a quienes se observa forcejear con los militares son mayoritariamente a migrantes hombres.
El gobernador de Texas, el conservador Greg Abbott, dijo que la guardia nacional del estado y el Departamento de Seguridad Pública (DPS) «recuperaron rápidamente el control y están redoblando las barreras de alambre de púas».
«El DPS tiene instrucciones de arrestar a todos los inmigrantes ilegales involucrados por invasión criminal y destrucción de propiedad«, agregó.
La inmigración es un tema clave para lograr el apoyo popular en las elecciones presidenciales de noviembre donde, de no mediar inconvenientes, se medirán el gobernante demócrata Joe Biden y el republicano Donald Trump, quien mantiene un fuerte discurso antiinmigración y critica al presidente de permitir una «invasión» en el país.
Biden, por su parte, acusa a los republicanos de sabotear en el Congreso, a pedido de Trump, su propuesta de reforma migratoria.
El gobernador Abbott, aliado del candidato republicano, ha desafiado la jurisdicción federal de Biden y militarizado parte de la frontera, mientras lucha para que la justicia le de luz verde a la aplicación de una ley que permite detener en Texas a migrantes que hayan ingresado ilegalmente, e incluso expulsarlos a México.