BERLÍN.— La incursión de drones rusos en Polonia reavivó las preocupaciones sobre la vulnerabilidad del transporte aéreo civil en Europa, señalaron expertos en aviación y seguros, en el último revés que enfrentan las aerolíneas debido al conflicto global en escalada.
En la madrugada del miércoles, Polonia derribó drones en su espacio aéreo con el respaldo de aviones militares de sus aliados de la OTAN, siendo la primera vez que un miembro de la alianza occidental abre fuego durante la guerra de Rusia en Ucrania.
Los aeropuertos de Varsovia-Chopin y Modlin, así como los de Rzeszów y Lublin en el este del país, cerraron temporalmente antes de retomar operaciones.
Los países que limitan con Ucrania han reportado ocasionalmente la entrada de misiles o drones rusos en su espacio aéreo desde la invasión de 2022, pero no en una escala tan grande, y hasta ahora no se conocían derribos.
La proliferación de zonas de conflicto en todo el mundo ha incrementado la carga sobre las operaciones y la rentabilidad de las aerolíneas, sumando riesgos de seguridad y disrupciones en los viajes.
Con los cierres de espacio aéreo en torno a Rusia y Ucrania, gran parte de Medio Oriente, entre India y Pakistán, y en zonas de África, las aerolíneas cuentan con menos opciones de rutas.
Los desvíos elevan los costos de combustible y alargan los tiempos de vuelo. Eurocontrol, el organismo de coordinación de 41 países, ha señalado que el cierre del espacio aéreo de Ucrania incrementó la congestión en los cielos de la región.
Desde octubre de 2023, muchas aerolíneas internacionales suspendieron vuelos hacia la región por temor a interferencias de misiles y drones.
El incidente con drones ocurrió un día después del intento de Israel de asesinar a líderes políticos de Hamas en Doha, capital de Catar.
Las preocupaciones por nuevas disrupciones presionaron a las acciones de aerolíneas: los títulos de IAG, dueña de British Airways, cayeron 4,1%; easyJet retrocedió 2,2% a su nivel más bajo desde abril; mientras que Lufthansa y Ryanair también cerraron con una baja del 2,2%.
El impacto en los vuelos fue limitado porque la incursión ocurrió temprano en la mañana, antes de que despegaran muchas operaciones.
La aerolínea polaca LOT desvió algunos vuelos hacia el oeste del país y anticipó cancelaciones y demoras.
Wizz Air, que opera en Europa Central y del Este, indicó que sus equipos de seguridad “monitorearon de cerca” la situación y ajustaron horarios tras el cierre de aeropuertos.
La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) dijo que no era necesario emitir una advertencia formal debido a la naturaleza temporal del incidente, y destacó que las autoridades polacas manejaron adecuadamente la situación.
Analistas de aviación advierten que las aerolíneas muestran cada vez más cautela ante riesgos de incursiones en zonas de vuelo civil.
“Esto es una llamada de atención para toda Europa; todos deben esperar que ocurra con más frecuencia”, afirmó Eric Schouten, jefe de la consultora de seguridad Dyami.
Dos fuentes del mercado de seguros de aviación dijeron que se observa de cerca lo ocurrido en Polonia y Catar.
Si los drones rusos siguen ingresando de forma consistente y deliberada en el espacio aéreo polaco, o si continúan los ataques israelíes en Medio Oriente, la situación planteará serias dudas para las aseguradoras, agregó una de ellas.
LOT, Lufthansa, Ryanair y airBaltic no respondieron de inmediato a pedidos de comentarios. Tampoco lo hicieron la autoridad de aviación civil de Polonia ni el servicio de navegación aérea sobre medidas adicionales de seguridad.
Tras el incidente, las aerolíneas podrían revisar sus evaluaciones de riesgo en Polonia, dijo Matthew Borie, director de inteligencia en la consultora Osprey Flight Solutions.
Podrían considerar volar más hacia el oeste del país, lejos de las fronteras con Rusia, Ucrania y Bielorrusia, operar de día y cargar combustible extra para posibles desvíos, medidas similares a las adoptadas en Medio Oriente.
El peor escenario para las aerolíneas que vuelan cerca de una zona de conflicto es que un avión sea alcanzado —accidental o deliberadamente— por armamento.
Desde 2001, seis aviones comerciales han sido derribados por error, con otros tres incidentes que estuvieron cerca de ocurrir, según Osprey.
En diciembre, un vuelo de Azerbaijan Airlines se estrelló en Kazajistán con 38 muertos, tras ser derribado por las defensas aéreas rusas, de acuerdo con el presidente de Azerbaiyán y fuentes de Reuters.
En 2020, un avión de pasajeros ucraniano fue destruido por error por operadores de defensa aérea iraníes.
“Si esto empieza a ocurrir más seguido, hay que entender qué pasa… ¿qué puede salir mal? Siempre digo: la mayor amenaza es la identificación errónea”, advirtió Schouten.