WASHINGTON.— El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) convocó a afganos que residen en el país a presentar su documentación durante la temporada navideña, en el último esfuerzo de la administración Trump por endurecer las medidas contra migrantes de esa nación asiática.
ICE está solicitando turnos para una “comparecencia programada de control”, incluyendo una citación para el día de Navidad y otra para el Año Nuevo, según copias de cartas enviadas a distintas personas vistas por Bloomberg News. Otras notificaciones fijaban controles para el 27 y el 30 de diciembre.
La agencia migratoria ha detenido a migrantes que se presentan en sus oficinas en respuesta a este tipo de citaciones, incluso a quienes acudían a entrevistas por sus tarjetas de residencia.
Los destinatarios de estas cartas habían obtenido previamente protección legal y fueron considerados “aliados afganos” bajo un programa iniciado por el expresidente Joe Biden en agosto de 2021 para proteger a quienes huyeron a EE. UU. tras la retirada militar estadounidense de Afganistán y la posterior toma del poder por parte de los talibanes.
“ICE está utilizando feriados federales y religiosos para detener afganos en momentos en que el acceso a abogados, tribunales y organizaciones de apoyo es mínimo”, dijo Shawn VanDiver, fundador de la organización AfghanEvac, que apoya a afganos que ayudaron en el esfuerzo bélico de EE. UU., en un comunicado crítico con las citaciones y su timing.
“Esto no es una programación administrativa rutinaria”. Un vocero del Departamento de Seguridad Nacional, sin embargo, calificó las comparecencias como “rutinarias” y “de larga data”, sin precisar cuántas cartas fueron enviadas. Añadió que ICE continúa con sus operaciones habituales durante los feriados.
Navidad y Año Nuevo son feriados federales en los que la mayoría de las oficinas gubernamentales permanecen cerradas.
Las citaciones llegan luego de cambios sustanciales en la política migratoria estadounidense bajo el presidente Donald Trump dirigidos a los afganos tras el tiroteo de noviembre en el que murieron dos miembros de la Guardia Nacional, a manos de Rahmanullah Lakanwal, un ciudadano afgano que había trabajado con las fuerzas estadounidenses y la CIA en Afganistán antes de llegar a EE. UU. en 2021. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, dijo que Lakanwal, acusado de asesinato, llegó al país a través del programa de Biden conocido como Operación Bienvenidos Aliados.
Desde el tiroteo de noviembre, la administración Trump anunció que volverá a revisar los casos de todos los refugiados reasentados bajo la administración Biden y congelará sus solicitudes de residencia permanente, y considerará como “factores negativos significativos” que el país de origen figure en la amplia lista de prohibición de viajes del presidente.
En otro revés para los afganos, el tope de refugiados para el año fiscal 2026 se redujo drásticamente a 7.500 desde 125.000. La determinación presidencial indicó que se priorizará a afrikáneres blancos de Sudáfrica y no mencionó a los afganos.
La administración también eliminó una exención para afganos con Visas de Inmigrante Especial —destinadas a quienes prestaron servicios al gobierno o al ejército estadounidense en Afganistán— cuando amplió su lista de prohibición de entrada a nacionales de más de 30 países, desde los 19 previos. Los afganos ya estaban incluidos en la lista antes de la ampliación.
El Departamento de Estado cerró este año la oficina que ayudaba a reasentar refugiados afganos que asistieron al esfuerzo bélico estadounidense. Un intento en el Congreso para obligar a la administración a reactivar esas operaciones no logró incluirse en la ley de política de defensa que Trump firmó este mes.

