WASHINGTON.- El Departamento de Seguridad Interior estadounidense publicó por primera vez una alerta antiterrorista proveniente de “extremistas violentos” opuestos al gobierno del presidente demócrata Joe Biden.
Las autoridades judiciales anunciaron al mismo tiempo la inculpación de un partidario de Donald Trump, luego de que en su empresa hallaran cinco bombas caseras que, según el acta de acusación, iban a ser empleadas para atacar a demócratas.
El Departamento de Seguridad Interior aseveró que, sin embargo, su alerta no estaba motivada por “informaciones sobre un complot específico creíble” sino más generalmente por un “clima de amenazas” presente en todo el país y que puede durar varias semanas.
“Información sugiere que algunos extremistas violentes movidos por la ideología, con objeciones al ejercicio de la autoridad gubernamental y la transición presidencial, así como por otros agravios alimentados por falsedades, podrían seguir movilizando para incitar o cometer violencia”, dijo el Departamento en un comunicado.
La dependencia gubernamental, creada tras los atentados del 11 de septiembre are de 2001, publica regularmente este tipo de advertencias, pero por lo general están ligadas a amenazas extranjeras, sobre todo yihadistas.
Es la primera vez que un boletín de alerta antiterrorista tiene que ver con una amenaza interna, dijo a la agencia AFP un portavoz de la oficina.
Bennie Thompson, legislador demócrata que preside la Comisión de Seguridad Interior de la Cámara de Representantes aseguró: “me congratulo de que el departamento reconozca plenamente la amenaza planteada por la extrema derecha violeta”, que fue, “aleonada durante los últimos cuatro años”.
Según el comunicado, los extremistas violentos crearon crecientes amenazas en Estados Unidos durante el último año, impulsados por las restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus, la derrota de Trump ante Biden en noviembre, la brutalidad policial y la inmigración ilegal.
El Departamento de Seguridad Interior cree que esas motivaciones podrían seguir existiendo en los próximos meses y que el asalto al Congreso, que dejó cinco muertos, podría animar a los extremistas a “apuntar a funcionarios electos e instalaciones del gobierno”.