WASHINGTON.- La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA en inglés) dijo que ya no aprobará etiquetas de advertencia que afirmen que el glifosato causa cáncer. También calificó de “falsa y engañosa” esa afirmación.
El fallo es una excelente noticia para el gigante agrícola estadounidense Monsanto y su casa matriz alemana Bayer. Tras recibir una ola de demandas por su herbicida insignia vendido bajo el nombre comercial de Roundup.
El glifosato fue calificado como “probable cancerígeno” en 2015 por el Centro Internacional de Investigaciones sobre Cáncer. Un órgano dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta declaración llevó al estado de California a decidir en 2017, que este pesticida debía llevar un etiquetado que reflejara esa evaluación. Sin embargo, la EPA citó su propia evaluación de 2017 que, según dijo, contenía más datos.
“Es irresponsable exigir etiquetas que son inexactas cuando la EPA sabe que el producto no representa un riesgo de cáncer. No permitiremos que una decisión defectuosa de California dicte la política federal”, dijo el administrador de la EPA, Andrew Wheeler.
Jurados de California otorgaron millonarias indemnizaciones en tres casos contra Monsanto. Las víctimas argumentaron con éxito que el herbicida era la causa probable de sus enfermedades, aunque los montos a pagar se redujeron más tarde.
Le puede interesar: Bayer enfrenta 18.400 demandas por producto con glifosato
Austria país pionero en el viejo continente
En julio, Austria se convirtió en el primer miembro de la Unión Europea (UE) en prohibir todo uso de glifosato. Francia lo está eliminando gradualmente hasta 2023 y hay restricciones vigentes en República Checa, Italia y Holanda.
Los opositores a la decisión austriaca consideran que la legislación es contradictoria con la normativa de la UE. Ya que en 2017 renovó la licencia de glifosato por otros cinco años.