WALL STREET.— El CEO de BlackRock, Larry Fink, afirmó que decenas de billones de dólares en poder financiero están ociosos en efectivo debido a la preocupación por la guerra comercial y la incertidumbre sobre la economía de Estados Unidos, cuyos déficits están comenzando a preocupar a los inversores.
“Hay 12 billones de euros en cuentas bancarias en Europa. En Estados Unidos, hay 11 billones de dólares en fondos del mercado monetario. Cuando hay incertidumbre, uno tiende a mantener cada vez más dinero en efectivo, y eso es lo que hemos visto”, dijo Fink a los asistentes del Foro de Inversión Arabia Saudita-EE. UU. en Riad este martes.
El veterano financiero, al frente del mayor administrador de activos del mundo, hizo estas declaraciones poco después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, llegara a Arabia Saudita para iniciar una gira de cuatro días por la región del Golfo.
Además del reino saudita, Trump visitará Catar y Emiratos Árabes Unidos, con el foco puesto en acuerdos económicos, así como en diversas crisis de seguridad, desde la guerra en Gaza hasta el riesgo de una escalada por el programa nuclear iraní.
Fink señaló que muchos inversores globales aún tienen una alta exposición a activos estadounidenses, a pesar de los vaivenes del mercado provocados por la intención de Trump de reformular las relaciones comerciales globales. Dijo que una “modesta reasignación” de activos fuera de Estados Unidos ha beneficiado a Europa y ha aumentado el interés de los inversores en el Golfo, India y Japón.
Sin embargo, la confianza continuada no está garantizada, advirtió Fink, y anticipó otros 90 días de volatilidad tras la más reciente pausa de Trump en la aplicación de aranceles a China, su principal rival económico.
“Creo que estamos entrando en un periodo de incertidumbre y comenzaremos a centrarnos en el papel de los déficits, que no están siendo parte de ninguna conversación”, afirmó Fink en el evento, que también contó con la presencia del secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, el ministro saudita de Finanzas, Mohammed Al Jadaan, y el ministro de Inversiones, Khalid al-Falih.
“Seamos claros: los déficits de EE. UU. son un problema… la economía estadounidense necesita crecer al 3% para superarlos. Y sí creo que lo que el presidente Trump está intentando hacer es coherente con lo que el reino también busca: fomentar la inversión público-privada”, agregó.
Fink también elogió el programa Visión 2030 de transformación económica de Arabia Saudita, señalando que el reino está construyendo una economía diversificada con potencial para convertirse en un líder global del siglo XXI.
Frente a la caída de los precios del petróleo y el aumento de los costos, algunas de las ambiciones más elevadas de Visión 2030 —incluyendo la construcción de una ciudad futurista en el desierto— han sido reducidas para priorizar proyectos clave que permitan al país albergar eventos deportivos internacionales en la próxima década.
Stephen Schwarzman, CEO de la firma de capital privado Blackstone, hizo alusión a algunos de los problemas iniciales del programa del príncipe heredero Mohammed Bin Salman, pero alentó a continuar con la hoja de ruta.
“Van a lograr muchas de estas cosas, pero como ocurre con todas las grandes visiones, algunas no se concretarán. Y no pueden desanimarse, porque esa es la naturaleza del cambio profundo”, declaró durante el evento.

