BUENOS AIRES.- La Comisión Nacional de Valores (CNV) dio esta semana un paso inédito en el ecosistema cripto argentino al presentar una denuncia penal contra una empresa inscripta en su registro de Proveedores de Servicios de Activos Virtuales (PSAV). La firma en cuestión es Atómico 3 S.A., un proyecto que prometía tokenizar reservas de litio y cuya operatoria ahora está bajo sospecha de estafa.
Según el medio local El Observador, la medida se tomó tras una investigación interna del organismo, que concluyó que la empresa no posee contratos de explotación de litio ni documentación técnica que respalde la viabilidad de su iniciativa. Como consecuencia, la CNV suspendió preventivamente a Atómico 3 del registro de PSAV, impidiéndole operar legalmente en el país.
El eje del caso es un token lanzado en julio de 2024 por Atómico 3, presentado como una forma de invertir en litio de manera directa y respaldada por activos reales. El token fue comercializado a través de Ettios.io, una plataforma vinculada a Adrián Sirio, quien aparece junto a Pablo Rutigliano —CEO de Atómico 3— como cara visible del proyecto. Según sus promesas, los compradores se convertirían en propietarios de un kilogramo de litio con un simple clic, sin trámites adicionales.

Pero con el correr de los meses, los cambios arbitrarios en la tecnología utilizada —como los pases de red de BNB a Polygon, y luego a Cardano, con alteración en la relación de los tokens— y la falta de documentación, generaron sospechas entre los inversores. Uno de los primeros en advertir las inconsistencias fue Guillermo Sandler, especialista en renovables y tecnología, quien junto a un grupo de más de 300 personas provenientes de 26 países comenzó a investigar el caso.
“Nos dimos cuenta de que las promesas no estaban respaldadas. Pedimos documentación clave, como contratos auditados y APIs, pero nunca nos respondieron. Incluso consultamos a representantes de Cardano en Argentina y nos confirmaron que el contrato no existía”, explicó Sandler en diálogo con el diario local.
La CNV comenzó a recibir denuncias formales en abril y mayo de este año. El golpe definitivo llegó con una revisión técnica de los permisos de exploración: los supuestos yacimientos en Catamarca y San Juan, que según la empresa contenían reservas de litio, en realidad estaban a nombre de terceros o directamente no existían.
El caso de San Juan fue paradigmático: Atómico 3 promocionaba un “proyecto insignia” sobre 50.000 hectáreas en los Salares de Mogna, pero la Secretaría de Minería provincial negó la existencia de tal emprendimiento.
Según estimaciones del grupo denunciante, el proyecto habría recaudado al menos 1,5 millones de dólares distribuidos en 14 billeteras digitales. Sin embargo, se calcula que más de 11.000 personas adquirieron el token, lo que podría elevar sustancialmente el monto comprometido.
Aunque aún no se avanzó en una denuncia penal colectiva por cuestiones económicas, los afectados continúan recolectando pruebas. “No sabemos si vamos a recuperar el dinero, pero queremos que esto se sepa. No puede ser que proyectos con discursos grandilocuentes y sin respaldo sigan operando impunemente”, concluyó Sandler.
La causa está en sus primeras etapas, pero ya marca un precedente importante: por primera vez, el regulador argentino no solo revocó el permiso a una empresa cripto, sino que también la denunció penalmente. El ecosistema, marcado por la innovación pero también por la falta de controles, comienza a mostrar un nuevo enfoque regulatorio.