BOGOTÁ.— El mercado laboral colombiano alcanzó en julio de 2025 un hito histórico: la tasa de desempleo interanual cayó al 8,8%, el registro más bajo para este mes desde 2001. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la mejora estuvo acompañada por un aumento tanto de la ocupación como de la participación laboral.
La reducción de 1,1 puntos frente al 9,9% de julio de 2024 refleja un avance sostenido en la generación de empleo. La tasa global de participación subió al 64,6%, mientras que la tasa de ocupación trepó al 58,9%. En las 13 principales ciudades y áreas metropolitanas, el desempleo fue aún menor, del 8,4%, con un crecimiento de la ocupación hasta el 61,3%.
En términos absolutos, la población ocupada aumentó en 766.000 personas hasta los 23,9 millones, mientras que la población desocupada se redujo en 230.000.
La brecha de género persiste
A pesar de la mejora general, persiste una fuerte desigualdad entre hombres y mujeres en el acceso al empleo. La tasa de desempleo femenina se ubicó en 11%, frente al 7,1% en los hombres, una diferencia de 4 puntos porcentuales. Si bien la brecha se redujo respecto a los 5,2 puntos de julio de 2024, sigue siendo uno de los principales desafíos estructurales del mercado laboral colombiano.
Sectores con avances y retrocesos
El impulso al empleo vino principalmente del sector de alojamiento y servicios de comida, que generó 186.000 nuevos puestos, seguido por transporte y almacenamiento, con 172.000. En contraste, información y comunicaciones recortó 80.000 empleos, reflejando la pérdida de dinamismo en una de las ramas de mayor valor agregado de la economía.
Perspectivas
Los analistas destacan que la mejora en los indicadores laborales se produce en un contexto de crecimiento económico moderado, pero advierten que buena parte del empleo creado se concentra en actividades de servicios de baja productividad. Para los próximos meses, el reto será consolidar la reducción del desempleo y avanzar en políticas que reduzcan la brecha de género, al tiempo que se impulsen sectores estratégicos capaces de generar trabajo de mayor calidad.
Colombia logró en julio un mínimo de desempleo que no se veía desde hace más de dos décadas. Sin embargo, la sostenibilidad de este logro dependerá de cómo se gestionen las desigualdades persistentes y de la capacidad del país para diversificar su motor de generación de empleo.

