WASHINGTON.- Habitantes de El Paso en duelo por la masacre del fin de semana se oponen a la visita este miércoles del presidente Donald Trump. Esta ciudad de mayoría latina, pone en dudas la determinación del presidente para luchar contra el extremismo.
En El Paso, Texas, la oposición y la ciudadanía le advierten a Trump que no es bienvenido allí.
El gobernador republicano de Ohio se rebeló este martes contra su propio partido al hacer un llamado para expandir las leyes sobre armas de fuego. Asimismo, algunos demócratas de Texas exhortaron al presidente Trump para que se mantenga alejado de los dos lugares afectados por sendos tiroteos en los que murieron 31 personas el fin de semana.
Mike DeWine, gobernador de Ohio, exhortó al Congreso con mayoría republicana a aprobar leyes que exijan la revisión de antecedentes para casi cualquier venta de armas. Además, de que permita que las cortes restrinjan el acceso a armas de fuego a personas que son consideradas una amenaza.
Sin embargo, persuadir al Congreso para que se apruebe dicha ley podría ser una batalla para nada fácil. Esto ya ha ocurrido en el pasado, apoyada por demócratas sin lograr resultados.
Le puede interesar: Múltiples muertos y heridos en tiroteo en Texas
Pese a su condena al ataque de odio, muchos miembros de la oposición especialmente en Texas, acusaron a Trump de promocionar y alimentar ese mismo odio. “Manténgase alejado de está ciudad señor presidente”.
El precandidato presidencial demócrata y ciudadano oriundo de esa ciudad texana Beto O`Rourke, aseguró que “Trump no tiene lugar en el país” y por eso, “no debería ir” a El Paso.
De igual manera, la congresista local Veronica Escobar también lo dejó en claro: “no es bienvenido”.