BERLÍN.- El sector privado de Alemania mantuvo su crecimiento en julio, mostrando resiliencia frente a la intensificación de las amenazas arancelarias de Donald Trump y al optimismo generado por el impulso del gasto público del gobierno.
Aunque el índice compuesto de gerentes de compras (PMI, por sus siglas en inglés) de S&P Global para la mayor economía de Europa cayó ligeramente a 50,3 desde 50,4 en junio, se mantuvo por encima del umbral de 50 que separa la expansión de la contracción, según mostraron los datos publicados este jueves. Los analistas esperaban una lectura de 50,7.
Las condiciones del sector manufacturero continuaron mejorando, con un índice que subió a 49,2 —su nivel más alto en tres años—, mientras que el sector de servicios se mantuvo apenas por encima de 50.
“Vemos señales crecientes de una recuperación en el sector manufacturero”, señaló Cyrus de la Rubia, economista del Hamburg Commercial Bank, en un comunicado. Añadió que el aumento sostenido de los pedidos de exportación hace “razonable” esperar un avance continuo en la producción. “Incluso aranceles más altos por parte de EE.UU. no deberían cambiar fundamentalmente esta perspectiva”.
Los datos reflejan el optimismo respecto a los planes del canciller Friedrich Merz de invertir cientos de miles de millones de euros en defensa e infraestructura en los próximos años, lo que estaría compensando la preocupación por el deterioro de los vínculos comerciales con Estados Unidos.
El aumento de los salarios reales y una política fiscal expansiva deberían ayudar al sector de servicios a “recuperar el equilibrio”, según de la Rubia.
La Unión Europea intenta llegar a un acuerdo con la administración Trump, luego de que el presidente amenazara con imponer aranceles del 30% al bloque a partir del 1 de agosto. Pero diplomáticos informados sobre las negociaciones afirman que se está avanzando hacia una tasa del 15%.
La solidez de los datos de los PMI respalda la intención del Banco Central Europeo de mantener sin cambios las tasas de interés en su reunión de este jueves. Varios responsables de política monetaria han señalado que, con la inflación cerca del objetivo del 2%, pueden permitirse esperar a tener mayor claridad sobre el panorama comercial.
En Francia, en tanto, la actividad también mejoró. El PMI compuesto subió a 49,6 desde 49,2, con un repunte tanto en la industria como en los servicios. Los analistas esperaban una leve caída.
“Aunque el impulso ha venido mejorando desde principios de año, el índice sigue por debajo del umbral crítico de 50 puntos”, explicó Jonas Feldhusen, economista del Hamburg Commercial Bank. “Francia sigue bajo una presión considerable, tanto económica como políticamente. Es poco probable que el crecimiento del PBI supere el 1% este año”.
El gobierno francés aún está enfocado en reducir el mayor déficit presupuestario de la eurozona, aunque la última propuesta del primer ministro François Bayrou ha provocado el rechazo de los partidos opositores, lo que augura una mayor turbulencia política.
“Surgen cada vez más dudas sobre si el primer ministro Bayrou podrá sostener políticamente su curso de austeridad”, advirtió Feldhusen. “Si se alcanza un acuerdo sobre el paquete de ajuste, podría reducir el ingreso disponible de muchos hogares, lo que representa riesgos claros para la demanda interna y especialmente para el sector de servicios”.
Los PMI son indicadores muy observados por los mercados, ya que se publican a comienzos del mes y suelen reflejar con precisión las tendencias y los puntos de inflexión de una economía. Como miden la amplitud del cambio en lugar de su intensidad, a veces pueden ser difíciles de traducir directamente al crecimiento trimestral del PBI.
Más temprano, los PMI de Australia, Japón e India se mantuvieron cómodamente por encima de 50. Más tarde este jueves, se esperan también señales de crecimiento en las lecturas compuestas del Reino Unido y Estados Unidos.