WALL STREET.— A medida que el presidente Donald Trump y sus asesores comienzan a evaluar posibles reemplazos para el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, se enfrentan a una complicación importante: no está claro si Powell dejará el banco central de EE. UU. el próximo año.
El jefe de la Fed ha evitado reiteradamente decir si renunciará cuando finalice su mandato de cuatro años como presidente en mayo, o si permanecerá como miembro de la junta del organismo —algo que técnicamente puede hacer hasta que expire su mandato como gobernador en enero de 2028—.
La posibilidad de que Powell continúe en la Fed ha llevado a los funcionarios del gobierno a planificar múltiples escenarios para su sucesión, mientras Trump busca a un presidente de la Fed que respalde su agenda económica.
El martes, Trump dijo que tiene “dos o tres principales candidatos” para suceder a Powell, pero se negó a nombrarlos. En las últimas semanas, asesores del presidente incluso discutieron con él la posibilidad de que Scott Bessent ocupe simultáneamente los cargos de secretario del Tesoro y presidente de la Fed, según personas familiarizadas con el asunto. Tal decisión sería sin precedentes, ya que esos roles se separaron en 1935 mediante una ley destinada a otorgar mayor independencia al banco central.
“Cualquier informe que sugiera que el presidente está considerando que el secretario Bessent ocupe ambos cargos a la vez es absolutamente falso”, aseguró un funcionario de la Casa Blanca.
Un portavoz del Tesoro hizo referencia a los comentarios recientes de Bessent sobre su posible candidatura: “Haré lo que el presidente quiera, pero creo que tengo el mejor trabajo de Washington”, dijo en Bloomberg TV.
Trump busca un presidente de la Fed que quiera bajar las tasas
Mientras se desarrolla el proceso de selección del próximo titular de la Fed, el presidente ha dejado en claro que el próximo presidente debe ser “alguien que quiera recortar las tasas”. Powell ha liderado a sus colegas en mantener sin cambios la política monetaria este año, argumentando que se necesita más certeza de que los aranceles de Trump no desencadenarán una inflación persistente.
Consultado el martes en un panel con otros banqueros centrales del mundo sobre su mandato, Powell respondió: “No tengo nada que decirles al respecto”.
La cautela de Powell ha frustrado a algunos asesores de Trump, quienes interpretan su silencio como un intento de resistirse al deseo del presidente de tener mayor influencia sobre la política monetaria, según fuentes con conocimiento del asunto.
Si Powell decidiera quedarse como gobernador de la Fed, Trump solo tendría una oportunidad programada para nombrar un nuevo miembro: cuando expire el mandato de Adriana Kugler en enero, lo que limitaría su margen para remodelar el directorio hasta el último año de su gestión.
Bessent, reconociendo públicamente que Powell podría quedarse, dijo en una entrevista con Bloomberg TV que una idea sería ocupar el puesto de Kugler con alguien que luego pudiera ser elevado a presidente de la Fed. Otra opción sería elegir a un actual gobernador, indicó.