FINANZAS.— El uso de stablecoins —tokens digitales vinculados al dólar— por parte de consumidores y empresas para realizar pagos y compras reales se disparó tras la aprobación en julio de la primera ley estadounidense que regula este segmento del mercado cripto.
Según un informe de Artemis, una empresa de análisis de datos blockchain, en agosto se movieron más de 10.000 millones de dólares a través de stablecoins para el pago de bienes, servicios y transferencias, frente a los 6.000 millones de febrero, y más del doble que en agosto de 2024. A este ritmo, los pagos con stablecoins podrían alcanzar los 122.000 millones de dólares anuales, señalaron los investigadores.
Este crecimiento sigue a la promulgación por el presidente Donald Trump de la Ley Genius el 18 de julio, que estableció un marco federal para los emisores de stablecoins y exige que estos activos estén respaldados por instrumentos altamente líquidos, como letras del Tesoro.
Aunque los pagos con stablecoins crecen a un ritmo acelerado, siguen siendo marginales en comparación con los sistemas tradicionales: incluso a un ritmo anual de 122.000 millones de dólares, representan solo una fracción del volumen de pagos convencionales. Aun así, el crecimiento da optimismo a los defensores de las stablecoins sobre su potencial a largo plazo.
“Si observas la oferta de stablecoins, justo después de la aprobación de la Ley Genius, la tendencia se acelera aún más”, explicó Andrew Van Aken, científico de datos de Artemis, quien destacó que el informe muestra un aumento en la tasa de crecimiento del suministro de estos tokens. “Creemos que ha tenido un impacto incremental claro.”
Las empresas lideran la adopción
Los pagos entre empresas (B2B) representan la mayor parte del uso de stablecoins, con 6.400 millones de dólares mensuales, casi dos tercios del total, y un incremento del 113% desde febrero, según el informe. Es la primera vez que los pagos corporativos superan las transacciones entre particulares, que se mantuvieron estables en torno a 1.600 millones mensuales.
Las compañías recurren a stablecoins para evitar demoras del sistema bancario internacional.
“Las empresas están hartas de tener que enviar depósitos de un banco a otro, en un proceso lento y costoso”, explicó Van Aken.
Con un pago promedio de 250.000 dólares por transacción, las operaciones empresariales son las que más se benefician de la velocidad que ofrecen las stablecoins, evitando los retrasos de las cadenas bancarias tradicionales.
Los bancos reaccionan
Los bancos han comenzado a tomar nota del cambio. El servicio de transferencias Zelle, propiedad de un consorcio bancario, anunció que expandirá sus servicios a nivel internacional y que utilizará stablecoins para habilitar transferencias transfronterizas, según un comunicado emitido el viernes por su empresa matriz.
