WASHINGTON.- Un juez de Pensilvania falló a favor de la campaña de Trump al decretar que la secretaria de estado no tenía derecho a cambiar la fecha límite, lo que permitió a los votantes por correo presentar sus pruebas de identidad más tarde.
Según el fallo, los votos de quienes no se identificaron hasta el 9 de noviembre, la fecha inicial, no deben ser contados.
Kathy Boockvar, secretaria de de estado, extendió la fecha hasta el 12 de noviembre y la campaña de Trump presentó una demanda, desafiando la legitimidad de esa decisión. Se dictaminó que la secretaria de estado no tenía el poder de cambiar la fecha de forma unilateral.
La ley estatal en Estados Unidos sostiene que los votantes tienen hasta seis días después de las elecciones, en esta ocasión hasta el 9 de noviembre, para solucionar inconvenientes con la falta de prueba de identificación y completar el procedimiento.
Los funcionarios de Pensilvania estiman que hay cerca de 10.000 votos en juego y no es el único proceso legal que la campaña de Trump interpuso en Pensilvania. Este viernes se realizará otra audiencia para determinar si efectivamente se contaron miles de boletas a pesar de no tener la información requerida.
Asimismo, Trump espera que la Corte suprema determine si los tribunales estatales podían aceptar boletas por correo con la extensión de tres días.
Wisconsin se prepara paran posible recuento de votos
Wisconsin se está preparando para un recuento de los controvertidos resultados de las elecciones presidenciales estadounidenses del 3 de noviembre, según dijo la directora electoral Meagan Wolfe.
“Nos estamos preparando para un potencial recuento”, aseguró.
El candidato presidencial demócrata Joe Biden aventaja a Trump por 20.427 votos en ese estado, según un recuento no oficial de la Comisión Electoral de Wisconsin.
En ese estado, el candidato que va segundo puede pedir un recuento cuando la diferencia es del 1% o menos; Trump actualmente está atrás por 0,62%.
Si la campaña de Trump impuso el recuento como prometió hacerlo, tendrá que cubrir los costos, que según Wolfe, rondan los dos millones de dólares.
Trump afirma que ganó las elecciones, pero que le robaron la victoria a través de un “fraude masivo” y lleva adelante demandas en tribunales estatales y federales.
Cabe destacar que las autoridades electorales de Estados Unidos dijeron este jueves en una declaración conjunta, más de una semana después de las elecciones, que “no hay evidencia” de votos perdidos o cambiados, ni de sistemas de votación alterados.
Los funcionarios rechazaron las afirmaciones hechas por Trump y los republicanos de que su derrota ante Biden se debe a un fraude y a papeletas perdidas.