BUENOS AIRES.— La industria argentina utilizó en julio el 58,2% de su capacidad instalada, lo que representa una caída de 1,3 puntos frente al mismo mes de 2024 y una leve baja respecto de junio. El dato, difundido por el Indec, refleja un enfriamiento en el nivel de actividad manufacturera.
El retroceso confirma la tendencia de menor dinamismo industrial en un contexto de ajuste económico y caída del consumo. En junio, el indicador se había situado en 58,8%, lo que marca un estancamiento en la capacidad productiva.
Los sectores con mayor utilización fueron la refinación de petróleo (81,7%), alimentos y bebidas (65,2%) e industrias metálicas básicas (63,9%), todos por encima del promedio general. También destacaron papel y cartón (60,6%) y sustancias y productos químicos (59,9%). La caída al 58,2% marca uno de los niveles más bajos desde 2021 y revela la debilidad del actual ciclo industrial.
En contraste, ramas como productos minerales no metálicos (57,1%), edición e impresión (52,5%) y la metalmecánica, excepto automotores (48,7%), se mantuvieron por debajo del promedio. La mayor capacidad ociosa se observó en caucho y plástico (43,2%), seguida por la automotriz (44,1%), textiles (44,4%) y tabaco (46,5%). La divergencia sectorial muestra cómo algunos rubros mantienen cierta tracción mientras otros sufren un freno marcado en la producción.
El informe recuerda que en abril de 2020, durante el confinamiento por la pandemia de covid-19, la capacidad utilizada se hundió al 42%, el nivel más bajo desde que se mide la serie. En el extremo opuesto, el pico histórico reciente se alcanzó en agosto de 2022, cuando la industria llegó al 69,6%.
De cara a los próximos meses, el desempeño dependerá en gran medida de la evolución de la demanda interna, el acceso a insumos importados y la política económica. Una eventual recuperación de la construcción y el consumo masivo podría mejorar los niveles, aunque por ahora el panorama apunta a una continuidad en los bajos porcentajes de utilización.

