WASHINGTON.— El almirante que lidera las fuerzas militares de Estados Unidos en América Latina dejará su cargo a fin de año, dos años antes de lo previsto, anunció el jueves el secretario de Defensa, Pete Hegseth, en una decisión inesperada en medio del aumento de tensiones con Venezuela.
Una fuente familiarizada con el asunto dijo a Reuters que existían tensiones entre el almirante Alvin Holsey y Hegseth respecto a las operaciones en el Caribe, y que en los días previos al anuncio había dudas sobre si sería destituido.
El principal demócrata del Comité de Servicios Armados del Senado, el senador Jack Reed, calificó la renuncia inesperada de Holsey como “preocupante”, dada la creciente inquietud ante un posible enfrentamiento entre Estados Unidos y Venezuela.
“La renuncia del almirante Holsey solo profundiza mi preocupación de que esta administración está ignorando las lecciones duramente aprendidas de campañas militares anteriores y el consejo de nuestros combatientes más experimentados”, dijo Reed en un comunicado.
Hegseth, en una publicación en redes sociales, no explicó los motivos de la salida de Holsey, uno de los dos oficiales de cuatro estrellas afroamericanos que actualmente lideran un comando de combate estadounidense.
En la red social X, Holsey anunció que se retirará el 12 de diciembre, sin ofrecer razones.
“Ha sido un honor servir a nuestra nación, al pueblo estadounidense y defender la Constitución durante más de 37 años”, escribió.
La salida de Holsey se produce en un contexto de creciente despliegue militar en el Caribe, que incluye destructores estadounidenses con misiles guiados, cazas F-35, un submarino nuclear y unos 6.500 soldados, mientras el presidente Donald Trump intensifica el pulso con el gobierno venezolano.
Los ataques militares de Estados Unidos contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico frente a Venezuela han dejado al menos 27 muertos, generando alarma entre expertos legales y legisladores —principalmente demócratas— que cuestionan si esas acciones cumplen con las leyes de la guerra. La administración Trump sostiene que está en guerra con grupos narcoterroristas vinculados a Venezuela, lo que haría legítimos los ataques.
El miércoles, Trump reveló que autorizó a la CIA a realizar operaciones encubiertas dentro de Venezuela, lo que alimentó la especulación en Caracas de que Washington busca derrocar al presidente Nicolás Maduro.
Holsey es el más reciente de una serie de altos mandos en dejar su cargo desde que Hegseth asumió el control del Pentágono. Algunas destituciones han sido abruptas, como las del jefe del Estado Mayor Conjunto, C.Q. Brown —también afroamericano— y de la jefa de operaciones navales, Lisa Franchetti, la primera mujer en ocupar ese puesto.
“El Departamento agradece al almirante Holsey por sus décadas de servicio a nuestro país, y le desea a él y a su familia éxito y satisfacción en los años por venir”, publicó Hegseth en X.
Menos de una semana atrás, el Pentágono había anunciado que sus operaciones antinarcóticos en la región ya no estarían bajo el mando del Comando Sur, con sede en Miami, sino del II Cuerpo Expedicionario de Marines, una unidad basada en Camp Lejeune, Carolina del Norte, especializada en operaciones rápidas en el exterior.
Esa decisión sorprendió a los observadores militares estadounidenses, ya que un comando de combate como el del Sur normalmente lideraría este tipo de operaciones de alto perfil.
