WASHINGTON.- La cantidad de estadounidenses que murieron por COVID-19 desde marzo a mayo probablemente fue significativamente mayor que el recuento oficial del país, debido a discrepancias en los reportes a nivel estatal, sostiene un estudio publicado este 1 de julio.
El número total de muertes en Estados Unidos por cualquier causa recopilado por el Centro Nacional de Estadísticas de Salud durante marzo, abril y mayo fue de 781.000, más que el promedio histórico para el período, según un estudio financiado por los Institutos Nacionales de la Salud y fundaciones privadas publicado en JAMA Intérnale Medicine.
La cifra de muertes oficialmente asignadas al COVID-19 era de 95.235, o un 28% menos que el número de exceso. Un recuento de la agencia de noticias Reuters para el período que incluye las “probables” muertes por COVID-19, era de 103.649.
Los reportes de prensa sugieren que muchas de las muertes iniciales en residencias para adultos mayores o las atribuidas a neumonía en lugar de COVID-19 podrían haber contribuido a un recuento muy por debajo del oficial.
En varios estados, las muertes que posteriormente pudieron haber sido atribuidas al coronavirus sucedieron antes de que los exámenes de diagnostico para detectar el patógeno estuvieran ampliamente disponibles.
Otros estudios han encontrado que los temores al COVID-19 llevaron a personas con síntomas de ataque cardiaco o apoplejía no acudieron a salas de emergencias, lo que incrementó el número de muertes.
Asimismo, se plantean preocupaciones sobre un aumento del riesgo de suicidio o sobredosis por drogas, causado por el desempleo generado por la crisis derivada de la pandemia.
Este jueves, Estados Unidos reporta 2.781.085 casos de contagio. Arizona presentó este miércoles un récord de hospitalizados por COVID-19, mientras que Florida llega este 2 de julio a 169,106 luego de reportarse su marca más alta con 10.109 positivos y 67 muertes en las últimas 24 horas.