EUROPA.- Europa critica unánimemente la retirada precipitada de Occidente de Afganistán, calificándola de desastre y vergüenza, al no saber cómo tratar el problema de los refugiados afganos.
La retirada de Afganistán ordenada por Estados Unidos, más el discurso de Joe Biden sobre su política de Derechos Humanos, han causado mucho revuelo entre sus aliados europeos.
La prensa del Viejo Continente señala cómo en Europa existe cierto “descontento” e incluso una sensación de traición, por la actuación de Estados Unidos ante la crisis. Incluso entre aquellos que veían con esperanza la elección del demócrata Biden, como es el caso de Alemania.
Algunos políticos europeos temen que este hecho acelere lo que en su momento inició Donald Trump, la degradación de las relaciones transatlánticas.
En Europa la retirada de Afganistán ha sido percibida como un fracaso de gran magnitud histórica. Armin Laschet, candidato por la CDU en las elecciones alemanas, describe la situación como “la mayor debacle que ha sufrido la OTAN en su historia”.
Según la AFP, en una reunión de la canciller alemana Angela Merkel con los líderes de su partido sostuvo que la retirada estadounidense se debía “a otros factores domésticos” y que la huída de Washington de Afganistán no deja otra opción a sus aliados que seguirle.
Josep Borrel, alto representante para la diplomacia de la Unión Europea, también criticó las palabras de Biden. “El presidente Biden dijo el otro día que nunca había sido el objetivo de la intervención en Afganistán la construcción de un Estado. Bueno, esto es discutible. Hemos hecho mucho para construís un estado en Afganistán. Un estado que pudiera garantizar el estado de derecho, el respeto de los derechos y las libertades fundamentales, espacialmente para las mujeres y las niñas”.
El mayor aliado de Estados Unidos en Europa, Reino Unido, también salió al cruce de la retirada. Desde Londres expresaron su asombro por la gestión de la crisis, además de discutir la decisión de la Casa Blanca de no dejar ningún contingente militar en Afganistán.
Londres teme que Afganistán vuelva a convertirse en una cueva de operaciones del yihadismo, como antes de la intervención en 2001.
“La huida caótica de Occidente de Kabul cancela todo lo bueno que se hizo para la sociedad afgana”, aseveró también el secretario del Partido Democrático (PD) de Italia, Enrico Letta, quien llega a la conclusión que la idea estadounidense de exportar democracia “fue uno de los deslumbramientos tras la caída del muro de Berlín, junto a la teoría del fin de la historia”.
Con todas las discrepancias que existen entre los partidos italianos, los representantes de la derecha se expresaron en un tono muy similar al del PD. “Es un fracaso de todo el Occidente, causado por la desastrosa retirada de Afganistán, efectuada torpemente por la Administración Biden”, acusa Giorgina Meloni, la jefa de Fratelli d´Italia.
Parece que la Unión Europea está reflexionando. La incapacidad de dar una respuesta coordinada y rápida a una situación de crisis, especialmente a una que podría haber visto venir con cierta anticipación, muestra una vez más las carencias del bloque, que ahora deberá prepararse para una posible crisis migratoria como ya ocurrió con Siria. ¿Hasta qué punto puede Europa seguir las decisiones de un aliado que actúa por su propia cuenta?