MADRID.- Los técnicos del organismo autónomo Madrid Salud del Ayuntamiento de la capital están actuando en alrededor de una veintena de focos de rata negra en la ciudad, que aseguran, están “controlados” y a los que se les está haciendo un “seguimiento continuo”, e insisten en que “no puede hablarse de una plaga”.
La noticia se hizo viral en redes sociales a partir de las publicaciones y las fotografías que iban publicando los usuarios en sus cuentas, en las que aseguraban que habían visto ratas negras por las calles de la capital.
El suceso generó gran alarma social entre la población: unos sostenían que las ratas negras eran más letales que el resto y otros que no existía. Los mas cansados con el ritmo de los acontecimientos durante el inicio de año en España que sufrió: Filomena, que colapsó gran parte del país y después los terremotos de Granda y ahora, llegan las ratas a Madrid. “No salimos de una y entramos en otra”.
Lo de la plaga de ratas negras en árboles, después del Covid19 y la nevada en Madrid, la verdad que no lo vimos venir.
— Estefania Molina (@EstefMolina_) February 5, 2021
Fuentes municipales subrayan que los técnicos de Madrid Salud, organismo dependiente del área de Portavoz, Seguridad y Emergencias, “insisten” en que no puede hablarse de una plaga y que “no supone ningún riesgo” para las personas ni para las mascotas.
Por su arte, la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) hace un “llamado a la calma” en un comunicado en el que recuerda que sa se confirmó la existencia de esta nueva especie de rata en Madrid en 2019.
“Su presencia está exhaustivamente monitorizadla por parte de los técnicos de control de plagas del ayuntamiento de Madrid”, explicó en una nota la directora general de la entidad, Milagros Fernández de Lezeta.
La rata negra, originaria de Asia, pesa en torno a los 250 gramos y “extremadamente ágil”, además de poseer una capacidad de reproducción que “no puede por menos que definirse como asombrosa”, según Anecpla, ya que las hembras permanecen activas hasta nueve meses al año y, en ambientes con alimento abundante, pueden reproducirse “de manera ininterrumpida” dando unas cinco camadas al año.