LA PAZ.- El gobierno de la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Añez, anunció este jueves que inició un diálogo con el Movimiento Al Socialismo (MAS), partido de Evo Morales asilado en México, para pacificar un convulsionado país tras las elecciones “irregulares” del 20 de octubre y la posterior renuncia del popular líder de izquierda.
Mientras tanto, desde Nicaragua, representantes de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América-Tratado de Comercio de los Pueblos (alba-TCP), encabezados por Venezuela y Cuba, expresaron la urgencia de “revertir el golpe de Estado” que, a su juicio fue ejecutado contra el expresidente boliviano “por el imperialismo”.
“Estamos en una mesa de diálogo, creemos que es posible pacificar el país”, reveló más temprano en La Paz el ministro de la Presidencia de Bolivia, Jerjes Justiniano, uno de los 11 miembros del gabinete designado por la mandataria interina.
Son tres las condiciones que ponen los congresistas para replegar a sus organizaciones sociales y evitar un cerco a la capital boliviana. Primero, que no exista persecución política a los parlamentarios del MAS. Para ello, se exige una ley que garantice el contenido.
En segundo lugar, solicitan salvoconductos para todos los dirigentes del MAS. Por último, requieren el regreso de su líder, Evo Morales, que está en condición de asilado en México.
Por su parte, Añez intenta poner fin a las manifestaciones violentas y enfrentamientos poselectorales que han dejado una docena de muertos desde las elecciones del 20 de octubre, que dieron la reelección a Evo tras 14 años en el poder.
El miércoles, una manifestación similar en apoyo a Morales terminó en choques con la policía cerca de la Plaza Murillo, mientras Añez juramentaba en el Palacio Quemado a la nueva cúpula militar. Los disturbios se saldaron con una veintena de detenidos, según medios locales.
Justiniano también lamentó que Morales, desde México, contribuya a no alcanzar la paz, por lo que pidió que cumpla con la normativa de que un asilado no puede hacer declaraciones.
Sin embargo, la cancillería de México salió en defensa de su asilado y ratificó que no se puede restringir la libertad de expresión de los asilados políticos.