PUERTO PRÍNCIPE.- Más de 450 haitianos deportados de Estados Unidos en menos de 24 horas, enfrentan ahora el desafío de reinsertarse a un país que no dista del que dejaron hace unos cinco años y sin recursos para iniciar una nueva vida.
Agotados por meses de travesía por Centroamérica y México, los haitianos expulsados en masa de Texas deben liderar con la ira por el trato allí sufrido y la angustia de vivir nuevamente en su país bajo la amenaza de la violencia que sacude a la nación sumergida en una pobre extrema.
🇺🇸Pintorescas imágenes de este domingo dónde agentes de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos con sombreros «cowboys» y a caballo intentan evitar que migrantes haitianos crucen la frontera a Texas. pic.twitter.com/4B3sNiJoXQ
— ENTRE GUERRAS (@entre_guerras_) September 20, 2021
Estados Unidos había suspendido las expulsiones de migrantes haitianos en situación irregular tras el terremoto que asoló al país el pasado 14 de agosto, pero la concentración en pocos días de más de 15.000 migrantes, la mayoría de ellos haitianos, bajo un puente de Texas llevo a cambiar las pautas.
En menos de dos horas, tres vuelos salientes de Texas aterrizaron en el aeropuerto de Puerto Príncipe el domingo, una afluencia inédita que resultó un desafío para las autoridades aeroportuarias haitianas.
Según los registros de los tres vuelos a los que accedió la AFP, casi la mitad de los 327 haitianos expulsados de Estados Unidos el domingo eran menores de 5 años y todos nacieron fuera de Haití.
“Es un abuso lo que nos están haciendo a nosotros, cómo nos van a tener aquí donde ya yo no tengo nada. Mi familia están en Chile y aquí la situación es muy difícil”, aseguró Deval Fritz, uno de los 128 migrantes que regresaron en un vuelo del gobierno estadounidense, citado por la agencia rusa Sputnik.
El primer ministro Ariel Henry aseguró que realizan gestiones para integrar a estos ciudadanos en la sociedad, aunque enfatizó el limitado margen de maniobra que tiene el gobierno interino en estos momentos.
Antes de llegar a la frontera mexicano-estadounidense, estos haitianos habían vivido durante varios años en Chile y Brasil, adonde emigraron hace unos cuatro o cinco años.
Al igual que otras familias expulsadas a Puerto Príncipe el domingo, estos migrantes creyeron equivocadamente que podrían ser beneficiarios de la extensión del estatus migratorio especial, TPS.
En efecto, la administración de Joe Biden extendió a los haitianos la vigencia del TPS, destinado a ciudadanos de países peligrosos o afectados por desastres naturales, pero solo a los que ya se encontraban en suelo estadounidense antes del 29 julio.
Según la prensa internacional, unos 13.000 migrantes han permanecido retenidos en los últimos días en un campamento improvisado por las autoridades migratorias de EEUU debajo del puente internacional.