CIUDAD DE MÉXICO.- México, un país con más de 35.000 desaparecidos registrados oficialmente y un número indeterminado de fosas clandestinas, sigue desenterrando muertos. El entierro ilegal fue localizado en el convulsionado estado de Veracruz gracias a la información entregada por una persona anónima.
El fiscal general, Jorge Winckler, señaló que: “del análisis antropológico de los hallazgos ha sido posible determinar que se trata de inhumaciones clandestinas de al menos dos años de antigüedad”, aseveró.
El investigador sostuvo que hace un mes se iniciaron los trabajos de revisión de una fosa de 300 metros cuadrados en una zona rural, incluso con la ayuda de drones y georradares, donde también se han recuperado más de 2000 prendas de vestir, 114 identificaciones, así como otros objetos personales de las víctimas. La Fiscalía y la División Científica de la Policía Federal trabajan en conjunto a fin de identificar los restos.
En ese sentido, Winckler, exhortó a quienes tengan un familiar desaparecido y no lo hayan denunciado a que se acerquen a la fiscalía para que se les realice una toma de ADN, pruebas que la Policía Federal ayudará a gestionar y cruzar con las bases de datos genéticas disponibles.
Desde 2011 la aparición constante de fosas clandestinas es cada vez más común en México. Este año se localizaron 236 cuerpos en Durango, en el centro-norte del país, y 193 en Tamaulipas, frontera con Texas.