HONG KONG.- Hong Kong está enfrentando su “situación más grave” desde que pasó de manos del gobierno británico a las del chino en 1997. Luego de semanas de violentas manifestaciones, que han hecho considerar al Ejecutivo de Pekín qué medidas tomar, señaló el máximo representante de China en Hong Kong, Zhang Xioming.
Este martes cientos de protestantes volvieron a tomar las calles de la ciudad financiera, mientras Pekín les recordó que desplegará el Ejército si lo pide el Gobierno local. El cual los manifestantes desean echar del poder.
El gobierno chino amenazó nuevamente a los manifestantes que tomaron el control desde el sábado de las calles de Hong Kong. Pekín advirtió que “están jugando con fuego” y que la policía local está preparada para llevarlos ante la Justicia.
“El que juega con fuego muere quemado”, dijo el vocero del Consejo de Estado para los Asuntos de Hong Kong y Maco, Yang Guang. “Las acciones de los radicales fueron más allá de la libertad de expresión”, agregó.
Desde junio, Hong Kong ha vivido una serie de manifestaciones que comenzaron como una protesta contra un proyecto de ley de extradición. La iniciativa permitiría que sospechas sean llevados a la China continental para ser juzgados.
Hasta ahora China no ha intervenido de forma visible
Hasta el momento el régimen comunista no ha intervenido de forma visible en la situación. Sin embargo, editoriales de prensa estatal y comunicados de funcionarios categorizaron a los protestantes como: payasos, criminales y “radiales violentos”. Así como también aseguraron que estaban siendo alentados por políticos estadounidenses o de Taiwán, entre otros países.
Los movilizaciones han congregado a gente de todas las profesiones y grupos de edad. El miércoles, varios cientos de abogados buscaban reunirse con la secretaria de Justicia, Teresa Cheng, y realizaron una protesta silenciosa.
Los abogados dudan que se esté realizando una investigación independiente sobre las protestas del controvertido proyecto de extradición.